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Un valle de maleza: el 40 por ciento de la comarca es matorral, según los geógrafos

Los expertos apuestan por mejorar los pastos e impulsar la industria agroalimentaria y el turismo para generar un nuevo soporte económico

Un bosque en la zona de Canaleya, en el parque natural de Redes. FERNANDO RODRÍGUEZ

El 40 por ciento de la superficie del Valle es matorral y solo se aprovecha el 1 por ciento de la abundante superficie maderera (otro 40 por ciento aproximadamente). Cambiar situaciones como estas es una de las claves aportadas por el geógrafo José Antonio González para dinamizar la zona rural de la comarca del Nalón. La mejora de los pastos, la potenciación de la industria agroalimentaria y la apuesta por un turismo de calidad son otros factores determinantes en un futuro a corto plazo en el que puede haber un soporte económico para asumir la transformación, gracias a los recursos derivados de los fondos verdes.

"Tenemos recursos muy importantes que pueden jugar un papel clave en la transición ecológica. Contamos con los principales sumideros de dióxido de carbono tanto en forma de masas arboladas como de pastizales, que están en franca regresión cuando son los elementos más seguros de descarbonización. En los bosques, si hay un incendio, todo el carbono se libera, mientras que en los pastizales el proceso de fijación es estanco y son cortafuegos ante esos grandes incendios forestales", indicó González.

El geógrafo resaltó que "el 40 por ciento de la superficie del Valle es matorral. Si consiguiésemos transformar parte de esa superficie mejoraríamos la capacidad productiva de la ganadería y apostaríamos de manera activa por los sumideros de dióxido de carbono más eficientes que hay". Otro 40 por ciento es superficie arbolada, el 15 praderías y el 5 por ciento terrenos improductivos, como trama urbana y roquedos. "Posiblemente vamos a tener que plantearnos que vamos ser el pulmón o formar parte del pulmón del área metropolitana y trabajar en ir recuperando el paisaje".

A juicio de González, la apuesta ganadera "debería ser en torno a la excelencia agroalimentaria, con producciones de leche y carne en base a pasto, no de cereal. Hay poca superficie agraria con potencialidad para cultivos, que hoy está restringida a determinados enclaves de vega. Si conseguimos poner en valor la superficie de comunal que actualmente está con matorral podríamos liberar esa superficie agraria útil y ahí poner cualquier cultivo que tengamos en mente".

También se refirió González al escaso aprovechamiento del sector maderero. "Con superficies arboladas tan extensas llama la atención que tengamos unos rendimientos madereros tan bajos. Lo que nos dicen las estadísticas es que de los metros cúbicos de madera disponibles, solo estamos aprovechando un 1 por ciento. La mancha de castaños mas grande de la UE en Red Natura 2000, que es una red de protección medioambiental está en el parque de redes. Y, sin embargo, la tenemos aquejada por un problema de chancro y avispilla que hace que más que un recurso sea un foco de plagas". Para González existen grandes "posibilidades" ligadas a la transformación agroalimentaria del fruto de esos árboles y a la producción de madera de calidad y "luego a subproductos como pudiera ser el tema de la biomasa o la introducción de la micología. Hablaríamos de aprovechamientos multifuncionales".

Todos estos sectores, según el geógrafo, deberían "generar valor añadido a través de la implementación de una industria agroalimentaria de calidad". Una de las "paradojas" es el queso casín, "uno de los quesos con denominación de origen con una mayor cuota de rentabilidad de valor añadido. Y en el Valle no hay ninguna ganadería de leche que pueda suministrar materia prima a las queserías que están funcionando. Posiblemente habría que diversificar una parte de la cabaña ganadera a la producción de leche para ello".

En el apartado del turismo se sigue "debemos decidir", señaló González, "si queremos apostar por el turismo de calidad o convertirnos en la zona de esparcimiento del área central de Asturias. Hay que guardar ese equilibrio, pero sobre todo apostar por la calidad y diversificar la oferta turística. Yo echo de menos alojamientos vinculados al agroturismo que ayuden a comercializar los productos que podemos ir sacando".

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