La Policía Local de Langreo ha realizado ya las primeras denuncias por incumplir las medidas de la alerta naranja, tanto a personas como a un local hostelero. Las primeras fueron por incumplir la obligación de usar mascarilla y vulnerar la prohibición de fumar en las terrazas hosteleras o a menos de dos metros de distancia de las mesas. En cuanto al local de hostelería, la denuncia tuvo lugar el pasado domingo en el distrito de Sama contra un establecimiento en el que estaban sirviendo consumiciones a clientes en la barra -acción prohibida dentro de la alerta naranja- y por incumplir el horario de cierre.

Los agentes han intensificado sus servicios de control y vigilancia en las calles y en los locales de hostelería del concejo para asegurar el cumplimiento de las nuevas normas sanitarias incluidas por la Consejería de Salud en la declaración de alerta naranja para el municipio. En las primeras dos semanas de aplicación de ese decreto, hasta justo antes de que entre en vigor la prórroga que extiende la vigencia de esas medidas reforzadas hasta el próximo día 13, los agentes han incrementado sus patrullas en coche y a pie para tener mayor presencia en las vías públicas. También se dieron las primeras denuncias anteriormente citadas.

"Los vecinos, en general, están cumpliendo todas las normas; nosotros tenemos que cumplir la nuestra, que es redoblar el trabajo para ofrecer a la ciudadanía un entorno seguro y garantizar que todo el mundo respete el comportamiento adecuado en esta situación de alerta", explican fuentes del equipo de gobierno. Parte de ese esfuerzo extraordinario que están realizando los trabajadores municipales se refleja en la limpieza y desinfección de espacios públicos. La plantilla de los Servicios Operativos realiza todos los días a primera hora, en el relevo de las seis de la mañana, baldeos acompañados por el paso de una cuba en los alrededores de los hospitales del concejo, de los centros de salud y de otros lugares con gran afluencia de personas, como las plazas de abastos y los exteriores de los supermercados de todo el municipio.

Por otro lado, los vendedores ambulantes del Nalón volvieron a mostrar ayer su queja ante la clausura de los mercados semanales en el valle por la alerta naranja cuando Gijón, que está en la misma situación, sí les permiten trabajar. "Esta es la mayor patada en la boca que le pueden dar a los charlatanes de feria del Nalón", aseguró ayer Darío Ibaseta, secretario de la Asociación Libre de Vendedores Ambulantes de Asturias.