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Suspender la Semana Blanca reduciría los ingresos del turismo de nieve un 20%

Los colectivos hosteleros Aller Experiencias y Asturcentral comprenderían una posible cancelación y que se supeditase a la evolución de la pandemia

Un grupo de alumnos de la Semana Blanca, en la estación de Pajares la pasada temporada.

La posible cancelación de la Semana Blanca conllevaría para el sector del turismo un importante varapalo: supone entre el 15% y el 20% de sus ingresos durante la temporada invernal. Eso sí, el sector turístico ve razonable la postura del Principado, y respaldaría la decisión de posponer cualquier tipo de desarrollo de esta actividad hasta comprobar la evolución de la pandemia del coronavirus. Tanto desde el valle de Aller como desde el de Lena, los responsables de los colectivos de hostelería y alojamientos entienden que la seguridad de los alumnos está por delante de cualquier otra cosa, y, pese a los esfuerzos por ofrecer un entorno lo más seguro posible, son conscientes de que, con las restricciones actuales en el ámbito educativo, una actividad como la Semana Blanca sería de difícil puesta en marcha, toda vez que los alumnos no solo van a aprender o perfeccionar sus habilidades sobre la nieve, sino que también supone una convivencia intensa durante varios días.

La directora general de Deportes, Beatriz Álvarez Mesa, aseguraba el martes en Mieres que el programa de la Semana Blanca, una actividad del Principado que tiene por objeto fomentar la práctica del esquí entre la población más joven, estaba en el aire. El hecho de que esta campaña no solo sea deportiva, sino que también tiene una evidente componente educativa, hace que las restricciones derivadas de la pandemia desaconsejen que se lleve a cabo, al menos por el momento.

Y en esa línea, el presidente de la asociación Aller Experiencias y director de la Escuela de Esquí y Snowboard de Fuentes de Invierno, Armando Valdés, respaldaba ayer la visión del Gobierno regional: "No solo me parece una decisión acertada, sino que la apoyamos. Esto no quita para que, en función de la evolución de la pandemia, se pueda desarrollar el programa". En este sentido, Valdés explicó que el programa de la Semana Blanca "no se desarrolla prácticamente hasta el mes de febrero; tenemos margen de maniobra para adaptarnos a lo que vaya viniendo, porque, como en todos los ámbitos, esta situación obliga a ir dando pasos cortos". "Nosotros seguimos trabajando para tener todo bien preparado para poder ponerlo en marcha si se dieran las circunstancias favorables", finalizó Valdés, que calculó que los ingresos derivados de este programa suponen un 20% del total de la temporada.

Mientras, el presidente de Asturcentral, Luis Núñez, también se mostró comprensivo con el Principado pese a que la medida afecta directamente al sector de la hostelería y los alojamientos del entorno de las estaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno. "Es un asunto muy delicado, porque entrañaría mucho riesgo para los alumnos y las familias, y, por lo tanto, entendemos que la decisión es correcta", manifestó el responsable del colectivo turístico. "Si la Semana Blanca es un proyecto educativo y deportivo, que lo es, y en la comunidad educativa hay unos protocolos y unas medidas de seguridad, eso tiene que extrapolarse a estas actividades, por lo que me parece muy acertado condicionar el desarrollo de la actividad a la evolución de la pandemia", indicó. En el caso de los negocios de la vertiente lenense, el porcentaje que se podría caer de los ingresos rondaría el 15 por ciento.

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