Los sanitarios afrontan con preocupación esta segunda oleada de la crisis sanitaria del coronavirus. Así lo reconoce, sin rodeos, Pilar González, enfermera del Valle del Nalón que ha estado en primera línea de la batalla desde el principio. A través de un escrito público, pide la unión y la solidaridad de todos para luchar contra un enemigo que es fuerte: "Es un virus que nunca duerme, un virus que ha causado y está causando demasiado dolor".
Echa la vista atrás y recuerda que "hace apenas unos meses, vivimos una primera ola de una pandemia para la que ninguno de nosotros estaba preparado. Para el personal sanitario era un escenario inesperado, en cuestión de días nos tuvimos q adaptar a una situación desoladora, desconocida y devastadora". "Nadie había pasado por algo tan duro e impredecible, momentos que quedarán grabados en nuestra retina para siempre", añade.
Reconoce que los sanitarios "hemos tenido y tenemos miedo a tener miedo, a contagiarnos y a las secuelas de este maldito virus. A veces, las ganas de luchar no pueden con todo". Siente que, al principio, "la mayor parte de la población nos miró como héroes". "Nada más lejos de la realidad, somos profesionales que decidimos dedicarnos a esto por vocación y en plena oleada jamás nos hemos quejado", matiza. Dice que nunca tuvieron el abandono en la mente, que solo pidieron salarios justos y medios para protegerse del "enemigo". Tras esa magnitud de apoyo, "todo volvió a ser igual": "Volvimos a ser el centro de las criticas, el tener que escuchar 'te pagan gracias a mí' o 'tardas en traerme la medicación', sin pararse a pensar que quizás en la habitación de al lado estabas atendiendo a un paciente al que se le va la vida".
Es por eso que hace una llamada a la cordura. "Los profesionales sanitarios -médicos, enfermeras, TCAE, celadores, limpiadoras... todos sin excepción- somos un eslabón imprescindible. En estos momentos, estamos arriesgando hasta nuestra salud".
Por eso pide solidaridad. Y lo hace sin pintar el escenario bonito: "De nuevo la pesadilla se repite, tiempos muy duros, un camino angosto en el que todos tenemos que actuar de forma solidaria. Asumir responsabilidad social; por ti, por mí y por todos", destaca la enfermera.
Es responsabilidad de todos, reitera, "evitar contagios". "Hay que hacer estricto el aislamiento cuando se ha tenido contacto con un positivo , que haya una PCR negativa no quiere decir que no pueda ser positivo pasados unos días", explica. El número de contagios va en aumento y, ahora, es más necesaria que nunca la regla de "las 3 M": mantener la distancia social, lavado de manos y el uso de mascarilla". "Tenemos que cumplir estos puntos para que, cuando volvamos a juntarnos todos, no falte nadie", concluye su texto.
