Los concejos del valle del Nalón -Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana- saben bien las consecuencias que tiene en la vida cotidiana la declaración de alerta naranja (en el segundo municipio aún vigente) y sus efectos sobre la población. Para evitar la propagación del virus, los ayuntamientos han reforzado los servicios de limpieza y desinfección. Están siendo especialmente insistentes en zonas sensibles, como los alrededores de los centros de salud y los colegios.
En Langreo, la brigada encargada de estas labores sale de madrugada, todos los días, con una cuba y entre cuatro y seis trabajadores. Recorre los hospitales (Riaño y el Adaro), los centros de salud y zonas con especial afluencia de gente, como las plazas de abastos o el exterior de los supermercados. En San Martín del Rey Aurelio también se han intensificado este tipo de limpiezas. Las zonas comunes y los centros educativos son los lugares más sensibles. Por su parte, en Laviana -el primer concejo, tras los del Oriente, en el que se decretó la alerta naranja- se está siendo especialmente cuidadoso con los colegios, los institutos y las áreas infantiles. No en vano, el brote más grave en el concejo afectó sobre todo a adolescentes. Ayer mismo se realizó una limpieza en profundidad en la escuela infantil.
