La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mieres subió sus ingresos 3,2 millones en nueve años por la mejora del control fiscal

El gobierno local recauda en la actualidad 11,2 millones por impuestos directos, tras actualizar las tasas y acometer una revisión catastral

Un camión del servicio de basura de Mieres, uno de los que han visto sus tasas revisadas.

El gobierno de Mieres sostiene que el importante aumento de los ingresos obtenidos a través de los impuestos directos que ha registrado el Ayuntamiento desde 2011 debe explicarse partiendo de dos premisas clave. La primera a la que aluden es a las desfasadas ordenanzas fiscales que se aplicaban hace una década: “La recaudación a través de las facturas del agua y la basura ni tan siquiera cubrían el gasto que generaban estos servicios”, señala el concejal de Hacienda, Manuel Ángel Álvarez. Además, los gestores de IU, apuntan que la revisión catastral que arrastra Mieres desde el año 2014 ha sacado a la luz cientos de propiedades que se mantenían ocultas del control fiscal. “Estos nuevos recibos suponen una parte muy importante de la subida”, indica el vicealcalde del concejo.

El municipio ha perdido desde 2011 casi 5.000 vecinos, concretamente 4.900. Pese a esta tendencia, la capacidad recaudatoria del Ayuntamiento se ha visto notablemente incrementada gracias al aumento de los ingresos obtenidos a través de los impuestos directos. El Consistorio mierense recauda actualmente mediante estos impuestos directos 3.274.000 euros más de lo que lo hacía en 2011. Casi un 30 por ciento más. Se ha pasado de obtener 7,9 millones a los 11,2 del año pasado. Este refuerzo de la capacidad fiscal ha permitido corregir con creces el desplome de los ingresos indirectos, generados principalmente por las obras, que han pasado de 751.000 euros, en 2011, a los 463.115 de 2019, con una pérdida de 287.000 euros.

El gobierno local considera que las citadas cifras deben interpretarse y que no se puede sacar la conclusión de que Mieres mantiene actualmente una alta presión fiscal. Langreo, por ejemplo, recaudó el año pasado un poco más que Mieres a través de impuestos directos (en concreto, 11.368.524 euros).

“El afloramiento de inmuebles que no pagaban el IBI se ha traducido en unos ingresos anuales de un millón de euros a través de este impuesto”, apunta Álvarez. El gobierno local achaca a ello buena parte de la subida que ha experimentado el IBI, con un incremento de más del 30 por ciento desde 2011.

El movimiento vecinal, por su parte percibe un “catastrazo” . Y es que el valor catastral del cómputo global de las propiedades del concejo se ha duplicado en seis años, pasando de 590 millones en 2012 a más de 1.143 millones de euros. El gobierno municipal, en este contexto, recuerda que el Ayuntamiento redujo en 2014 y 2018 el tipo del IBI, “para intentar amortiguar en parte la subida”.

El Ayuntamiento de Mieres ha liquidado en ocho años una deuda que IU situó en 2011 en casi 30 millones de euros. Ahora, el gobierno local no quiere volver a poner en juego el equilibrio financiero. “Descuidar los impuestos no es algo que sea conveniente afrontar”, subraya Álvarez. Por ejemplo, para que el IBI en Mieres no siga subiendo el Ayuntamiento debería rebajar el tipo de gravamen. Esta posibilidad no entra en los planes de la administración local, ya que los servicios económicos municipales ya han advertido de que acometer una reducción de este parámetro llevaría al Ayuntamiento irremediablemente a romper la regla de gasto, un complejo mecanismo de control presupuestarios que busca evitar que no se dispare el gasto de los ayuntamientos con respecto a sus ingresos.

Compartir el artículo

stats