La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pajares esquiva la jubilación

Las nuevas inversiones permitirán que la estación de esquí, que va a cumplir 67 años, modernice remontes, pistas y cañones

La estación de esquí de Valgrande-Pajares luce este fin de semana aún sin la presencia de la nieve. Las pistas se muestran de momento verdes, si bien días atrás aparecieron cubiertas por un fino manto de nieve.

En poco más de dos meses, la estación invernal de Valgrande-Pajares cumplirá 67 años. Una edad más que suficiente para que, si fuera un trabajador, ya estuviera disfrutando de una calmada jubilación. Pero el complejo lenense parece que seguirá activo, y por eso quiere quitarse las arrugas para seguir permitiendo disfrutar a los asturianos y turistas que cada invierno se acercan a las pistas. Y ahora, también en verano. El cirujano será el Gobierno del Principado, que ha diseñado un plan director que permitirá que Pajares vuelva a lucir lozana como antaño. El presupuesto de esta operación: 15 millones de euros. Eso sí, de momento se han conseguido 10, por lo que algunos retoques deberán esperar a que lleguen más fondos para abordarlos.

La estación de Pajares fue inaugurada como tal un 17 de enero de 1954. Ese día, los usuarios estrenaban el primer remonte mecánico del que se dispuso: el de La Cerra. Ese remonte hoy es historia, pero le han seguido otros que todavía funcionan y que son el motor de la estación. Con muchos dispositivos de transporte por cable por encima de la treintena, era obvio que la estación fundada por Chus Valgrande debía de reinventarse. El trabajo conjunto de la dirección del complejo, del Principado a través de las Consejerías de Cultura y Deporte y de la Consejería de Industria, y el empeño de usuarios, hosteleros, concesionarios, y otras entidades como la Cámara de Comercio de Oviedo o el Ayuntamiento de Lena, que también fueron importantes, han permitido llegar a un proyecto que busca que Pajares sea un referente.

Tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA, el plan director elaborado contempla la sustitución de siete de los diez remontes de la estación. Solo se salvarían las dos cintas de debutantes, colocadas en 2017, la de la zona baja, y en 2019 la de la cota superior, al igual que el cuatriplaza del Valle del Sol, que también se puede considerar como de la generación “Z”, ya que se instaló en 2001. Los demás, serán sustituidos, renovados o rehabilitados para promover un mejor servicio para todos los esquiadores que visten Pajares.

Y es que la edad media es elevada. Los remontes más vetustos con los que cuenta la estación de Pajares son los telesquís del Arroyo y de La Hoya, ambos instalados en 1979. Saltando a la década siguiente, en los 80, se encuentran el grueso de los transportes de Pajares. En 1985 se instalaba La Hoya de Cueto Negro; y un año más tarde era el turno de la silla biplaza de Les Patines y del telesquí del Tubo. En 1987 se inauguraba el telesquí Fuente la Reina. Y en los 90, concretamente en 1991, Valgrande-Pajares vería como se instalaba un remonte que a día de hoy supone la columna vertebral de la estación, el telesilla cuatriplaza del Brañillín.

Cueto Negro

Por el camino se quedó el otro remonte troncal de la estación, el telesilla biplaza del Cueto Negro. La temporada 2016-2017, esta silla de casi 50 años dejaba de funcionar. Los elevados costes de mantenimiento, que en los años anteriores habían supuesto varios cientos de miles de euros desaconsejaban su conservación, por lo que el Principado decidió clausurarla, no sin antes recibir las críticas y quejas de usuarios, concesionarios, y hosteleros vinculados al sector de la nieve. Teniendo en cuenta estos datos de antigüedad de los remontes, era evidente que el complejo invernal lenense requería de una buena operación para rejuvenecerse. Los fondos mineros del plan 2013-2018 serán finalmente quienes permitan abordar un necesario proyecto para tratar de que Valgrande-Pajares se convierta en motor económico del valle tanto en invierno como en verano. Generar una infraestructura hotelera y hostelera, una oferta de turismo activo atractiva, unido a remontes más modernos y eficaces pueden ser la fórmula del éxito.

El plan diseñado desde la estación conlleva otra serie de inversiones y mejoras. El sistema de innivación artificial también se renovará, sumando a la flota payariega nuevos cañones más modernos y eficientes, que permitirán un ahorro energético a la par que una mayor diligencia a la hora de producir nieve artificial durante el invierno. El proyecto también conlleva actuaciones en las pistas: desde la retirada de piedras y la adecuación del firme hasta la sustitución de paravientos. Inversiones que se irán llevando a cabo en un plan trianual que concluiría en 2023, fecha en la que Valgrande-Pajares presentará de nuevo el brillo especial que desde mediados del siglo pasado hizo de Lena un lugar pionero y emblemático para la práctica de los deportes de invierno.

Compartir el artículo

stats