El pequeño comercio se movilizó ayer en Mieres utilizando como altavoz de sus quejas el normalmente bullicioso mercado dominical de la ciudad. La plaza lució mustia, ya que únicamente los puestos de alimentación pudieron instalarse. El habitual trasiego de visitantes se tornó esta vez en bulla. Varias decenas de autónomos realizaron una sentada, que acompañaron con una sonora pitada. Luego hicieron un recorrido por el centro de la ciudad para llamar la atención sobre la situación que atraviesan tras verse obligados a cerrar sus negocios por culpa de las restricciones decretadas para contener la pandemia.

En Mieres hubo ayer feriantes de toda Asturias. “Yo vengo al mercado todas las semanas desde Siero y lo que nos están haciendo no se puede aceptar. Si no nos dejan trabajar, al menos deberían facilitarnos algún tipo de ayuda”, apuntó ayer uno de los manifestantes. La irritación era evidente y el malestar se apreciaba en el semblante de los presentes: “Que alguien nos expliqué problema puede crear que se pongan puestos bien separados en un espacio al aire libre”, apuntaba otro de los feriantes.

Los autónomos, respondiendo con aplausos al apoyo de los vecinos. | D. M.

En la protesta hubo una nutrida presencia de comerciantes y hosteleros del valle del Nalón. En este caso, sí se pudieron trasladar a Mieres tras el fallido intento del pasado viernes de hacerse notar por las calles de Oviedo. La caravana, que salió de Laviana y a la que se fueron sumando autónomos de San Martín del Rey Aurelio y Langreo, fue frenada en seco a la altura de El Caleyo (Ribera de Arriba), a las puertas de la capital asturiana. La Guardia Civil no permitió que los manifestantes accedieran a Oviedo, que permanece desde hace dos semanas con cierre perimetral, al igual que Gijón y Avilés.

Los autónomos dejaron patente ayer su descontento con las medidas adoptadas en la región para frenar la pandemia, al menos, con las que a ellos les afectan directamente: “Los políticos han actuado sin miramientos a la hora de decretar los cierres y ceses de actividades, pero sabemos que no lo son tanto para dar apoyos y los necesitamos con urgencia”, apuntaron. Y añadieron: “Antes de ordenar el cese de una actividad, se tendría que haber diseñado un plan de ayudas”.

Tras la protesta en la plaza de Mieres, se organizó una manifestación por la ciudad.