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La nave de Triman se venderá en un millón y la plantilla exige el pago de las deudas

Los administradores concursales ultiman la enajenación de la factoría | “No hay más excusas para que cumplan”, afirman los extrabajadores

La nave de Triman Minerals, en Vega de Arriba. | Jandro Rodríguez

Novedades en la liquidación de la empresa Triman Minerals, que puso el candado en la puerta en la primavera de 2019 tras veinte años de actividad en Mieres. La administración concursal está cerrando la venta de la nave de Vega de Arriba, informaron ayer fuentes próximas a la operación. Las instalaciones llevaban algo menos de un año anunciadas. Quedaría aún pendiente la otra factoría de la compañía: la de Loredo, ofertada en algo más de cuatro millones de euros. La de Vega de Arriba se enajenará en cerca de un millón de euros.

La planta de Vega de Arriba es una fundición. Aunque todo parece indicar que tendrá un nuevo uso cuando se cierre la venta. Fuentes de la antigua plantilla, a preguntas de este diario, afirmaron que esperan que esta transacción suponga un “paso definitivo” para saldar las deudas que ha contraído con ellos la firma: más de 1,3 millones de euros en concepto de salarios y liquidaciones impagadas: “No hay más excusas para que cumplan”.

Y es solo la punta de un iceberg profundo. Anclado en más de seis procedimientos judiciales abiertos. Se investiga a la cúpula de Triman, con sede principal en Alsasua (Navarra), por un posible alzamiento de bienes y por incluir a una filial (Saher 2000) como principal acreedora. También el robo de material valorado en 1,2 millones de euros, sustraído de la planta ahora vendida en Vega de Arriba. De ese total, aún faltan por recuperar –tal y como ha denunciado la administración en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mieres– piezas por valor de 800.000 euros.

Y otro conflicto judicial sin precedentes: el de un grupo de trabajadores contra un representante del comité de empresa (de UGT), que está denunciado por presuntas “irregularidades” en la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que terminó con la liquidación de la planta. El procedimiento de mayor alcance, y que abarca en parte al resto de procesos, es el que determinará si la dirección de Triman fue culpable del proceso concursal. Así lo han demandado los administradores concursales ante el juzgado de Navarra. Consideran que se cometieron “irregularidades” de alcanza: cuando la empresa ya tenía pérdidas, la cúpula directiva se subió los sueldos; cuando la compañía no tenía carga de trabajo, continuaron las contrataciones de nuevos empleados.

El cierre de Triman ha supuesto un golpe duro para el ya maltrecho tejido empresarial de la comarca. Sobre la próxima venta de la nave de Vega de Arriba, a preguntas de este diario, la administración no ha hecho declaraciones.

El proceso

  1. El concurso. Triman presentó concurso de acreedores en 2019, tras 20 años de actividad.
  2. La liquidación. Están a la venta todos los activos. Dos naves en Mieres y maquinaria.

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