El langreano David Blanka es un actor todoterreno, con un buen número de proyectos en cartera a pesar de la crisis del coronavirus. Uno de los últimos, el corto “Un coche cualquiera”, dirigido y escrito por David Pérez Sañudo, ha resultado finalista en la carrera por los premios Goya del año que viene. También participa en la película “Ane”, del mismo director, que se encuentra actualmente en cartelera y obtuvo el premio “Irizar” y el premio a mejor guión vasco en el pasado Festival Internacional de Cine de San Sebastián, cosechando numerosas críticas positivas. Blanka también es un rostro habitual de la pequeña pantalla, ya que ha aparecido en la pequeña pantalla con papeles en “La que se avecina”, “Servir y proteger”, “El Ministerio del Tiempo” o “La línea invisible”, entre otras series.
“Un coche cualquiera” está entre los cortos seleccionados para la fase final, de la que saldrán los cuatro nominados. “Estar entre los finalistas para el Goya es todo un triunfo, nunca he estado en la gala, con lo que sería la primera vez y supone un reconocimiento impresionante, sobre todo con la competencia que hay”, destaca Blanka.
“Un coche cualquiera” cuenta con una amplia representación asturiana, ya que “tiene dos productoras del Principado y uno de los guionistas también es asturiano. Además el director ganó hace tres años el premio Día d’Asturies al mejor cortometraje en el Festival de Cine de Gijón con ‘Aprieta pero raramente ahoga’”, esgrime Blanka. Para el actor “es positivo meter la cabeza ahí, a ver si así aumenta la producción en Asturias que es muy reducida”.
A pesar de todo este trabajo, David Blanka asegura que “ha sido un año muy raro por el tema del coronavirus. Yo tuve la suerte de que todos los trabajos los completamos antes del confinamiento, y las posproducción se podía hacer desde casa”. ¿Y ahora? “Pues está el factor miedo de no meterse en producciones por si acaso, aunque yo tengo varios proyectos para el año que viene, como dos películas y un corto. Eso sí, hasta primavera o verano no creo que podamos hacer nada”.
Vocación tardía
David Blanka, natural del distrito langreano de Sama, tuvo la vocación artística algo tardía. Se licenció en Historia en la Universidad de Oviedo. Fue al terminar estos estudios cuando se apuntó a clases de interpretación. Ahí le picó el gusanillo y se fue a estudiar a Madrid a la escuela William Layton. También se formó, incluso, con los miembros del “Circo del Sol”. De ahí ya salieron sus primeros papeles secundarios en “La que se avecina”, “Servir y proteger” o “El ministerio del tiempo”. Entre sus últimos trabajos televisivos se encuentran “La línea invisible” y “The Paradise” para la televisión finlandesa. También ha participado en una serie de audiolibros creados para recaudar fondos para las personas sin techo en Reino Unido. Los audiolibros, que se denominan “Nothing to declare (Nada que declarar)”, han contado con actores como Russel Brand o Seylan Baxter, entre otros.
También ha hecho teatro. Sus últimas representaciones teatrales fueron “La estética de las cosas” y “Retablo de Espera”. Con la primera de ellas estuvo de gira hace cuatro años y llegó a actuar en Langreo.
