La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La incertidumbre que frena el esquí

El debate sobre cómo actuar ante el covid llega a los deportes de invierno: León y Madrid apuestan por abrir cuanto antes, mientras Asturias aún no tiene previstos ni los precios

La estación de esquí de Fuentes de Invierno, nevada, en la jornada de ayer.

Incertidumbre. Esa es la palabra que mejor define lo que ocurre en la actualidad con las estaciones de esquí asturianas, Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno. Las nevadas que han caído durante estos días llenan de ilusión a muchos de los aficionados al deporte de invierno, pero la verdad es que, aunque hubiese nieve suficiente para abrir los complejos, nada se sabe aún. Y es que en este caso la decisión no sólo depende de la meteorología, como solía ocurrir hasta ahora, sino que hay otro factor mucho más importante: la crisis sanitaria del coronavirus, que puede dar al traste con la temporada. Algunas voces estiman que, mínimo hasta enero, los complejos asturianos no abrirán sus puertas. De momento no hay ni precios.

Para poder esquiar, es imprescindible que haya nieve. Pajares y Fuentes tienen desde hace unos días un lustroso manto blanco, que ayer sumaba unos treinta centímetros de espesor en la primera de ellas, y hasta cincuenta en la segunda. Las previsiones meteorológicas para los próximos días dicen que la nieve seguirá cayendo. Es posible que este manto adelgace a causa de las lluvias, que se prevén menos intensas de lo esperado inicialmente.

También es necesario planificación. El Principado aún no han adelantado cuándo podría comenzar la temporada de esquí, ni tampoco se conocen los precios, unas decisiones que tienen que aprobarse en Consejo de Gobierno y salir publicadas en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA). De momento se desconoce cuándo ocurrirá esto. Otras regiones, por su parte, han sido más previsoras. En la vecina Castilla y León, donde se ubica la estación de San Isidro, a la que suelen acudir también los esquiadores asturianos –este año no podrían, de momento por el cierre perimetral–, la temporada de esquí tiene luz verde desde el pasado 27 de noviembre. Eso sí, al no reunir las condiciones climáticas hasta el momento, no se ha podido abrir. El diputado de Turismo de León, Nicanor Sen, aseguró que, en cuanto tuvieran suficiente nieve para abrir las estaciones, tardarían entre 24 y 48 horas en acondicionar las pistas.

Mientras en Asturias se sigue pensando cómo actuar, en otras comunidades, como Madrid, también han avanzado el trabajo. El viceconsejero de Salud Pública madrileño, Antonio Zapatero, anunció hace unos días que la comunidad podría abrir sus estaciones de esquí. “Entendemos que no existe ningún problema al ser una práctica al aire libre, siempre y cuando se mantenga los controles de acceso, la distancia de seguridad y las medidas recomendadas para la hostelería”, destacó el político.

El debate sobre si abrir rápidamente las pistas o ser cauto ha llegado incluso a los principales gobiernos europeos. Los países se muestran divididos. Suiza, Austria y Andorra abogan por abrir sus estaciones. Pero Francia e Italia están en la otra posición. En Alemania no sólo están en contra de abrir las estaciones de esquí esta temporada, sino que quieren que sea extensivo a toda Europa. Y la palabra de la canciller Angela Merkel, que habló personalmente del tema, es la más respetada, y temida, de todo el continente. A nivel regional, hay voces más optimistas. Armando Valdés, director de la escuela de esquí y snowboard de Fuentes de Invierno. “Esperamos que siga nevando, tanto la escuela como el servicio de alquiler tienen ya un protocolo anticoronavirus y estamos a la espera de que nos den la autorización para abrir”. Pero aquí llega la incertidumbre, porque “desconocemos cuándo va a ser, ya que dependerá de la evolución epidemiológica, será cuando lo consideren oportuno”, explicó.

Al respecto, desde el Principado también están elaborando un plan anticovid para poder disfrutar del esquí en Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno. Valdés también defendió que el complejo allerano, “no es comparable” a otras estaciones invernales que a parte de la nieve “ofrecen otras alternativas de ocio, ni siquiera tenemos hoteles cerca, eso nos da cierta ventaja para la práctica del esquí al aire libre”.

Esta defensa del esquí seguro casa en parte con las declaraciones que realizó hace una semana en Ginebra Michael Ryan, el máximo responsable de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Sospecho que muy pocos se contagiarán bajando una pista con los esquíes”. Eso sí, el representante de la OMS afirmó que hay otros momentos relacionados con la práctica del esquí donde sí pueden darse los contagios, como las colas para subirse a un remonte, por poner tan sólo un ejemplo.

Limitaciones

Habrá pues que ver cómo avanzan los acontecimientos. La situación actual de la pandemia en Asturias no permitiría abrir las estaciones de esquí, tendrían que reducirse los datos para que el Principado levantase las restricciones. Dentro de estas limitaciones y una vez abiertos los cierres perimetrales en Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana, la comunidad autónoma sigue cerrada para entrar y salir sin causa justificada, y el esquí no es una de ellas. Esto haría que, aunque San Isidro pudiese abrir sus puertas, no recibiría esquiadores asturianos, que son una parte importante de sus usuarios. Aquí tampoco podrían venir los leoneses, pero tampoco los gallegos ni portugueses, que forman buena parte del grueso de los aficionados. Tras perder ya el puente de la Constitución, la Navidad, para el esquí, tampoco se prevé halagüeña.

Compartir el artículo

stats