Un grupo de jóvenes, bautizados como los “mayorinos” del Angliru, se hicieron famosos hace ahora dos años al convertirse en virales sus conversaciones con el jefe de la sala del 112 tras quedar atrapados en el puerto dentro de un vehículo todoterreno, en pleno temporal de nieve y sin disponer de ropa de abrigo. Sin tener que llegar a los mismos niveles de temeridad, el gigante riosano sigue congregando a conductores que pecan de imprudentes. Y es que el riesgo de aludes es alto.
La Guardia Civil ha tenido que intensificar la vigilancia en los accesos al Angliru ante la descontrolada presencia de coches. Como ya sucedió tras la cuarentena, el puerto riosano se ha llenado este puente festivo de visitantes. En este caso, el reclamo parece ser la nieve. El problema es que numerosas personas han desatendido la señalización que prohíbe la circulación por encima del área recreativa de Viapará. Las fuentes consultadas por este diario apuntan que durante los últimos días han sido sancionados entre 30 y 40 conductores por intentar acceder a la parte alta del puerto, cerrada al tráfico.
El Ayuntamiento ha colocado este año no una, sino dos señales prohibiendo el paso a la zona alta del Angliru. La primera, la que ya venía presentando servicio, se encuentra unos 500 metros por encima de Viapará. “La Guardia Civil nos solicitó que ubicaremos un primer aviso adicional a la altura del área recreativa, donde hay espacio suficiente para aparcar, evitando así maniobras más complejas a la altura de la señal que prohíbe el paso un poco más arriba”, apunta la alcaldesa de Riosa, Ana Díaz. La regidora reconoce estar preocupada tras asistir a la notable afluencia de visitantes durante el puerto: “Estamos encantados con que la gente visite el Angliru y disfrute de la nieve, pero pedimos mucha prudencia y que se respete la señalización, que al final está puesta pensando en la seguridad de todos”. Ana Díaz pide responsabilidad: “Hay estas familias que se desplazan con niños. En el entorno de Viapará hay nieve más que suficiente para disfrutar de este elemento y del entorno”.
Con todo, son muchos los visitantes que optan por saltarse la señalización que acota la frontera transitable de la carretera, situada a unos cinco kilómetros del alto: “Lo que sucede es que hay mucha gente que quiere llegar arriba siguiendo la caja de la carretera y que buscan acortar la ruta al máximo”, señalan los vecinos. La reconocida montañera Rosa Fernández recalcó ayer lo peligroso que resulta hacer travesías por el Angliru: “Hay una zona, cerca de La Cueña les Cabres, que acumula mucha nieve y es frecuente que haya avalanchas”. El Ayuntamiento ya ha renunciado a limpiar la zona alta de la calzada para reducir riesgos.
