La Cordillera Cantábrica ya ha estrenado la temporada de esquí. Pero la alegría va por barrios. Mientras que en León ya se pueden usar los remontes de las estaciones de Leitariegos y San Isidro –que abrió ayer– en Asturias los telesillas están confinados. El Principado anunció ayer que pospondrá el arranque del curso en Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno hasta que haya “una situación favorable que permita poner en marcha las instalaciones en las condiciones sanitarias adecuadas”. Pese a ello, algunos deportistas se acercaron ayer a Fuentes de Invierno para subir a pie o deslizarse con sus equipos por la zona baja de la nevada montaña asturiana.
La Consejería de Cultura y Turismo anunciaba ayer su decisión de posponer la apertura de las dos estaciones invernales asturianas. La administración autonómica considera que “los actuales datos de incidencia del coronavirus aún son demasiado elevados, por lo que fijará la fecha del inicio de la temporada de esquí cuando la crisis provocada por la covid-19 evolucione hasta una situación más favorable que permita poner en marcha las instalaciones de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno en condiciones sanitarias adecuadas”.
El Gobierno regional aseguró que, para tomar la decisión, partió de la base de que “las estaciones invernales son equipamientos al aire libre y de que la práctica deportiva del esquí es saludable”. Sin embargo, también entiende que “el esquí trasciende su condición deportiva para concentrar en torno a sus instalaciones actividades recreativas, lúdicas y sociales”.
Es por este motivo, “y tras evaluar la evolución de la pandemia”, por lo que el Ejecutivo de Adrián Barbón “ha optado por la cautela y ha decidido aplazar la apertura de las instalaciones hasta que la comunidad se encuentre en un menor nivel de contagios”. El Principado esgrime que “con los actuales datos epidemiológicos, la apertura de las estaciones invernales conlleva unos riesgos que las hacen potencialmente muy vulnerables, por lo que no somos partidarios de asumirlos hasta que la incidencia del coronavirus descienda y pueda valorarse una fecha adecuada para la vuelta a la actividad bajo las medidas oportunas de seguridad e higiene”. A mayores, el Principado argumenta que desde el Gobierno central, desde algunas autonomías y desde la propia UE se ha venido recomendando esta prudencia.
El Gobierno asturiano quiso hacer una llamada a la comprensión y a la responsabilidad y recordó que tanto Pajares como Fuentes de Invierno cuentan con los correspondientes protocolos covid y han sido acondicionadas para que, “en cuanto las condiciones sanitarias y climáticas lo permitan, puedan ser abiertas y disfrutadas con la mayor seguridad”.
A poca distancia de Fuentes de Invierno, en la estación leonesa de San Isidro, se daba ayer el pistoletazo de salida a la temporada. Con algo menos de 8 kilómetros de pistas y con los remontes cerrando de forma intermitente por el viento, numerosos esquiadores aprovecharon para hacer las primeras bajadas desde la montaña en los sectores de Riopinos y Cebolledo. Apenas 8 pistas y 6 remontes, pero que fueron suficientes para que los leoneses pudieran deslizarse en sus esquís. “No ha habido demasiadas colas, y la gente respetaba en todo momento las medidas”, señalaban a LA NUEVA ESPAÑA esquiadores del complejo leonés. La estación no pudo recibir, debido a los cierres perimetrales, a deportistas del Principado, que suponen buena parte de sus visitantes durante el año.
Mientras, en Fuentes de Invierno, algunos asturianos, resignados, se tenían que conformar con subir andando pequeños tramos para tirarse montaña abajo o practicar directamente en la zona baja de la estación, cubierta de nieve tras el puente de la Constitución, cuando llegó la primera gran nevada del año.
En Pajares también hubo ciudadanos que se acercaron a pasear con sus mascotas o a jugar con la nieve en la zona baja del enclave, pese a que para llegar al complejo parte del vial de acceso se adentra a lo largo de unos dos kilómetros en territorio leonés.
