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La plataforma de Iberdrola reunirá en verano “la primera batería de iniciativas”

Gorka Espiau, coordinador del programa, aboga por proyectos "interconectados" y no por los planes estrella

La central térmica de Iberdrola en Lada

La plataforma impulsada por Iberdrola para atraer proyectos que compensen el cierre de la central térmica de Lada se marca el próximo verano para reunir “una primera batería de iniciativas, que estén interconectadas”. Así lo aseguró Gorka Espiau, director de ALC-Laboratorio de Innovación Social de la Universidad del País Vasco, que trabaja en el diseño de plataformas de innovación abierta para procesos de transformación territorial con el objetivo de lograr que se instalen empresas, y está encargado de coordinar el proyecto en la comarca del Nalón.

“Cuando hay iniciativas en estas cinco categorías –industriales, de rediseño de servicios públicos, proyectos regulatorios, de ‘start ups’ y otros más sociales–, y están interconectadas el impacto a medio y largo plazo es mucho mayor”, indicó. Esto es lo que dicta la experiencia en otros procesos de estas características, que han dejado patente que plantear solo proyectos de una tipología “no tienen impacto en el conjunto del sistema”, añadió Espiau. La plataforma de innovación ciudadana de Langreo todavía “no ha definido las áreas temáticas” aunque ha sacado conclusiones en los trabajos previos, señaló.

Dentro de la batería de iniciativas por las que se tiene que apostar “es muy importante que figuren proyectos que pongan en valor la tradición y conocimiento en el ámbito industrial, además de aprovechar que participa Iberdrola para poder conectar con la cartera de proyectos en el ámbito de ‘start ups’ vinculadas al ámbito energético pero también apostar por proyectos de mayor escala”.

Esta no es la primera experiencia del ALC-Laboratorio Social de la Universidad del País Vasco en procesos de Transición Justa ya que trabaja junto al Instituto Europeo de Tecnología-Climate KIC en el desarrollo de plataformas similares en Polonia, Italia y País Vasco. Busca alternativas en otros lugares afectados por la transición energética para “construir tejido socioeconómico”. En este contexto, defiende Espiau, “Langreo y Asturias tienen la oportunidad de posicionarse de cara al ámbito europeo como un espacio de experimentación avanzada sobre como desarrollar la Transición Justa”.

En estas otras experiencias previas ALC-Laboratorio de Innovación Social de la Universidad del País Vasco ha estudiado “qué iniciativas funcionan y cuáles no”. Por eso Gorka Espiau no es partidario de apostar por proyectos estrella para “resolver los problemas de una comarca a medio y largo plazo” ya que “no tiene un impacto en el conjunto del sistema”. Lo que funciona en estos casos, explicó, es el desarrollo de plataformas de colaboración público-privada que “identifiquen una cartera de iniciativas interconectadas” que puedan tener impacto en la comarca “a medio y largo plazo”.

Estudio inicial

Este es el modelo que se desarrolla ahora en Langreo impulsado por Iberdrola, propietaria de la central térmica de Lada. El trabajo de esta plataforma que busca atraer empresas se inició con un estudio de “lo que hay sobre el terreno”, dijo Espiau, y sobre el análisis realizado por el Instituto de Transición Justa, integrado en la Vicepresidencia cuarta del Gobierno, sobre “cuáles son los retos y oportunidades de la zona, intentando identificar posibles iniciativas”.

Dado que este trabajo quedó “limitado” por la pandemia, la plataforma se encargó de completarlo incorporando las “percepciones sociales”, manifestó el director de ALC-Laboratorio de Innovación Social de la Universidad del País Vasco. Esta labor ha sido desarrollada por trabajadores de la central térmica que han contactado con empresas, instituciones y ciudadanos. Se trata de un proceso, indicó el coordinador del proyecto, que seguirá abierto.

Uno de los grupos de trabajo formado por trabajadores de Iberdrola

Hace unos días se produjo una reunión con agentes del territorio (públicos, privados, organizaciones y sociedad civil) para dar un nuevo paso. A partir de ahora se continuará con el “mapeo de las iniciativas existentes, identificando los puntos donde se conectan los proyectos, para poder plantear espacios de cocreación y a partir de ahí identificar iniciativas concretas en diferentes niveles de actuación”.

Respecto a las alternativas para la zona, Gorka Espiau remarcó que instituciones como Sodeco o Valnalón “llevan mucho tiempo trabajando sobre ello y hay un montón de iniciativas que o estaban en cartera o se estaban explorando”. Pero todas ellas tienen que ser analizadas junto con “otros proyectos que se puedan ir generando”. Aún es pronto, sin un estudio profundo, para apuntar a una u otra iniciativa. “Para sentar bien las bases necesitamos unos meses”, aseveró.

Esta filosofía surgida de la puesta en marcha de una plataforma de estas características y la interconexión de los proyectos “es lo que pide la Unión Europea”, defiende Espiau, que constata que en otras zonas de España se plantean proyectos pero en pocos casos con esta fórmula. Aunque aún es pronto para abordar cuál podría ser la financiación, Espiau alude a que existirían “diferentes espacios” a los que acudir. Se podrían “conectar diferentes fuentes”, con la posibilidad de incluir inversiones previstas por las administraciones central, regional y local y de empresas junto con los fondos europeos, incluyendo aquellos del ámbito de la Transición Justa.

Dentro de las iniciativas algunas se podrían activar de forma rápida si son pequeñas o si fuese, por ejemplo, “una ‘start up’ vinculada a la cartera que Iberdrola pueda estar apoyando y que tuviese interés en situarse en la comarca o desarrollar algún tipo de actividad”. También en el caso de “servicios públicos que se pudiesen estar rediseñando como un programa formativo que las instituciones, Ayuntamientos o el Principado, iban a poner en marcha”, resaltó el director del ALC-Laboratorio Social de la Universidad del País Vasco. Otros proyectos a mayor escala podrían tener un recorrido a medio o largo plazo.

Renovables

Iberdrola, que logró el pasado verano la autorización estatal para el cierre de la central térmica de Lada, afirmó semanas atrás que está “avanzando” en el desarrollo de sus “nuevos proyectos renovables en Asturias”, la construcción de cuatro parques eólicos de 130 megavatios (MW) de potencia total, con los que se triplicará la capacidad de producir electricidad “verde” en Asturias. La inversión de estos parques suma 100 millones de euros y “permitirá generar empleo para unas 1.200 personas” de forma temporal.

Según la compañía energética, la construcción de estos proyectos “está contribuyendo ya a dinamizar el tejido industrial local, así como el empleo en la región,“ ya que la “práctica totalidad de los trabajos en campo y obra civil se está realizando por empresas asturianas”, como Hormavasa y Horvalsa, Canteras Rencanos, Deymet, Excade, Posada, Méndez y Mota, Grúas El Roxu y Taxus; la promoción está siendo desarrollada por Erpasa y “la fabricación de una parte de los componentes de los aerogeneradores se desarrollará en Windar” (Avilés).

Iberdrola detalló que su “contribución al desarrollo socioeconómico en torno a la transición energética en Asturias” tiene cuatro ámbitos de actuación. Son más inversiones en renovables, el “apoyo a la creación de empleo a través de la generación de oportunidades y contratos a la industria local”, la formación a jóvenes en sectores de futuro y “el desarrollo de nuevos proyectos de innovación, como la creación de una Plataforma de Innovación Ciudadana”. Ésta incentivará a los emprendedores y “start ups” que valoren instalarse en la comarca del Nalón y estudiará opciones de financiación de iniciativas de I+D+i de proveedores locales.

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