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Buitres y alimoches "chocan" con la escalada en Morcín: los nidos peligran, denuncian los ecologistas

Los naturalistas piden que se detenga la actividad deportiva en varias peñas del concejo y denuncian la situación ante la Guardia Civil

José Manuel García, observando el peñón de Figares. A la derecha, un buitre volando. | LNE / L. M. D.

Los buitres leonados han entrado en su periodo de celo y su presencia en las repisas de las paredes de roca preparando los nidos para la incubación se ha intensificado. Los ecologistas han denunciado ante la Guardia Civil (Seprona) y el Principado que el asentamiento de Figares, en Morcín, vuelve a estar amenazado por la expansión de la práctica de la escalada.

La Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA) y la Coordinadora Ornitológica de Asturias han solicitado al Principado que señalice los alrededores del peñón de Figares para restringir la práctica de la escalada deportiva durante los próximos meses, coincidiendo con el periodo de reproducción del buitre leonado, primero, y del alimoche, a partir de marzo.

Los ecologistas plantean una petición a los escaladores y una exigencia al Principado. En cuento a los primeros, apelan a su “sensibilidad” a la hora de “cumplir la ley” evitando “molestar a los buitres en un periodo “crítico” para su reproducción. Plantean que renuncien a utilizar las vías más próximas a los nidos. En cuanto al Principado, los preservacionistas “exigen” que se señalice la citada zona para prohibir en ella la escalada entre el 31 de marzo y finales de julio, periodo de cría de los alimoches.

Un buitre en pleno vuelo

La diferencia que hacen los ecologistas entre buitres y alimoches responde a la diferente protección existente para ambas especies. Los segundos están incluidos en el catálogo de especies amenazadas. Por tanto, recalcan los ornitólogos, se deben colocar carteles en las zonas de nidificación impidieron la escalada. “Eso es lo que demanda la norma, aunque aquí no se está haciendo”, señala José Antonio García, de ANA. En cuanto a los buitres, los ecologistas recuerdan que es una especie incluida a nivel nacional en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Por lo tanto, de acuerdo con la legislación incluida en el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (versión consolidada; última modificación: 22 de septiembre de 2015), en cuanto a prohibiciones y garantía de conservación para las especies protegidas, está prohibido “darles muerte, capturarlos, perseguirlos o molestarlos, así como la destrucción o deterioro de sus nidos, vivares y lugares de reproducción, invernada o reposo”.

Sin enfrentamiento

Los ecologistas exigen una urgente intervención del Principado: “La administración regional no se puede seguir poniendo de perfil e intentar vender esto como un enfrentamiento entre naturalistas y escaladores”. Remarcan que ese planteamiento es tendencioso: “No queremos que nadie deje de escalar, ya que tienen derecho a disfrutar de su deporte y de la naturaleza. Lo que pedimos es que esta práctica se desarrolle con respeto a las normativas y leyes”, señalan. Y añaden: “En el caso del peñón de Figares simplemente pedimos que se respete la zona más próxima a los nidos durante la crítica época de reproducción”.

Con todo, no es la primera vez que surgen tiranteces por la práctica de la escalada en Morcín. Ecologistas y deportivas ven las cosas de manera diferente. Los montañeros afirman tajantemente que sus vías no afectan a la colonia de aves local.

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