Los langreanos Chus Braña y Pablo Candanedo son dos de los cientos de camioneros españoles que se han visto atrapados en el Reino Unido por el cierre de la frontera con Francia. Llevan desde el lunes en el puerto de Newhaven, esperando para poder cruzar el Canal. "Nos exigen una PCR para pasar y nos dan la opción de hacerla en una clínica privada que esta a varios kilómetros de aquí. Cuesta unos 200 euros y hay que pedir citar previa, pero está colapsada y además habría que esperar entre dos y cinco días por los resultados. Por eso nos tememos que tengamos que pasar aquí todas las Navidades si no hay una solución", explica Candanedo en declaraciones a este diario.
En una línea similar se expresa Braña. "En Dover ya han empezado a hacer pruebas el Ejército, pero esto es un puerto más pequeño y por aquí no ha pasado nadie. Lo que quieren es despejar la carretera porque allí hay miles de camiones. Si no vienen a hacerlas aquí, que al menos nos dejen cruzar para hacer la PCR en Francia. Si no se arregla podemos tirarnos aquí semanas". La situación empieza a apremiar por la precaria situación en la que se encuentran. "Hacemos vida en la cabina del camión, sin poder asearnos y la comida ya escasea. Queda alguna lata de mejillones y algo de embutido. No podemos estar así mucho más".
Se une, además, lo especial de estas fechas. "Mi madre es una persona mayor que sufrió un ictus hace un año y medio. Está sola y no voy a poder llegar a tiempo para pasar las Navidades, porque, en el mejor de los casos, me quedarían unas 28 horas de viaje hasta Asturias". Y añade: "Llamé a la embajada y no nos dan respuesta. Nos han dejado abandonados, tirados como a perros. Esto es una vergüenza".
