La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Habla la hija del langreano al que cinco ladrones mandaron a la UCI tras asaltar su casa: "Está muy asustado"

Cinco personas amordazaron y golpearon a Francisco Fernández, de 75 años: “Tenía 800 euros de dos vacas que había vendido; debían saberlo”

La vivienda asaltada

“Mi padre está muy asustado, no pudo hablar con la Guardia Civil hasta hoy”. El testimonio es de Elena Fernández, hija de Francisco Fernández, el langreano de 75 años que fue asaltado en su vivienda en la tarde del pasado miércoles en la localidad de La Granda, en una zona de difícil acceso. Los atracadores –cinco personas a las que no conocía– le golpearon, amordazaron y ataron, llevándose un botín de alrededor de 800 euros que había obtenido días atrás tras vender dos vacas. “Era lo único de valor que tenía, porque normalmente no hay nada en casa”, apunta su hija, asegurando que “tenían que saberlo porque si no, no me explico cómo pudo pasar”.

Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la tarde, cuando caía la noche. Tal y como apunta su hija, el hombre estaba cortando leña en el exterior de la casa cuando los atracadores se dirigieron a él para pedirle agua. “Lo cogieron de improviso y lo metieron en la casa”, apuntó. Una vez dentro, “lo amordazaron con un trapo viejo y le ataron con una cuerda por las manos y la cintura También tenía un golpe en la cabeza”. Así se lo encontró la mujer a las siete menos veinte de la tarde, cuando llegó a la vivienda. En cuanto lo vio, lo primero que hizo fue desatarlo. “Quítame esto y cierra la puerta”, le dijo con el temor de que los ladrones aún estuvieran por el entorno de la casa. “Yo salí fuera para mirar y cuando volví a la casa, ya no hablaba”. Así estuvo hasta la jornada de ayer, en la que ya pudo hablar con la familia y la Guardia Civil.

Aunque ya han pasado varios días, siguen con el miedo en el cuerpo. Se desconoce si el robo puede estar relacionado con la aparición en la zona centro de Asturias de un grupo itinerante de cuatro chicas y entre dos y tres hombres, de nacionalidad extranjera (croatas, italianos), que estarían moviéndose con vehículos viejos con matrículas de otros países, la de Francia entre ellas.

Otra línea de investigación es si se trató de un robo premeditado, dado el difícil acceso que tiene el pueblo de La Granda, al que se llega desde una carretera estrecha y mal iluminada en las inmediaciones del circuito (antiguo Cisvial) ubicado en la subida de Santo Emiliano, en la vertiente langreana del puerto. También se puede acceder desde Lada, aunque la carretera sigue siendo estrecha y mal iluminada. Esta última hipótesis es la que se cree más la familia, sobre todo porque la víctima no solía tener nada de valor en casa. Esta vez era distinto porque acaba de hacer una venta de ganado y aún tenía en casa el dinero que había ingresado por la transacción.

Los delincuentes le pidieron un vaso de agua al langreano para que les abriera la puerta

decoration

El lunes había vendido dos vacas, obteniendo por ellas 800 euros que los ladrones se llevaron como botín. “Por eso es un poco raro todo, porque él habitualmente no quería tener dinero ni nada de valor en la casa para evitar los robos, pero esta vez sí tenía dinero”, señala la hija. Los ladrones, no contentos con haberle golpeado, amordazado y atado, también le revolvieron toda la casa hasta que dieron con el dinero.

A consecuencia del robo, Francisco Fernández fue trasladado al hospital comarcal Valle del Nalón, donde permaneció primero en la Unidad de Cuidados Intensivos hasta que fue trasladado a planta. “Afortunadamente no tenía derrame ni nada, sólo los golpes; esperamos que obtenga el alta médica pronto”, señaló Fernández, asegurando que “estamos mucho más tranquilos”. La víctima lleva toda la vida viviendo en el pueblo de La Granda, a pesar de que también tiene casa en Lada. “A él lo que le gustaba es estar con el ganado y por eso vive solo aquí”, señaló su hija.

Entre los vecinos, nadie se dio cuenta de lo ocurrido hasta que no llegaron los agentes para investigar el caso. “Llevo treinta años aquí y nunca ha pasado nada”, resaltaba ayer una vecina, asegurando que “somos cuatro vecinos y solemos estar vigilantes”. Por el camino que da acceso a la casa de Francisco Fernández “suele pasar gente en quad que va a pescar o a cazar y tienen que conocer el camino para pasar por aquí”, afirmó, dando por buena también la versión de que los ladrones habían ido a tiro fijo y no por causalidad. La investigación sigue abierta.

Compartir el artículo

stats