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Los sindicatos piden que la térmica de La Pereda lidere un polo regional para explotar biomasa

SOMA y CC OO esperan que la transformación de la central de Hunosa sea una lanzadera para fomentar el desarrollo de esta energía verde

Instalaciones de la térmica de La Pereda.

Los sindicatos mineros respaldaron ayer el plan de transformación de la central térmica de La Pereda, que pasará a convertirse en una planta de biomasa con la aspiración no solo de mantener los actuales 73 puestos de trabajo sino de crear casi doscientos más que surgirían con la gestión forestal, transporte y tratamiento de la biomasa. Tanto el SOMA como CC OO pretenden que la compañía estatal no se quede ahí y que este proyecto sea la lanzadera de un clúster de la biomasa y el eje vertebrador de otras actividades energéticas complementarias para convertirse en una empresa energética pública.

El secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi, aseguró que central térmica de La Pereda es, en la actualidad, “la principal actividad de Hunosa desde el punto de vista económico y en el Plan de Empresa 2019-2027 queda recogido textualmente el acuerdo alcanzado: a lo largo del periodo se desarrollarán las actuaciones necesarias para mantener su eficiencia y rentabilidad más allá de 31 de diciembre de 2021, dentro del marco normativo existente en ese momento, pudiendo incluir el cambio en la composición de su mezcla combustible hacia combustibles no fósiles”.

Fue un plan de empresa cuya firma “significó un hito importante en el momento en que se alcanzó el acuerdo y que ha supuesto seguir escribiendo el sacrificio de unos territorios, pendientes de la tan necesaria diversificación, donde Hunosa y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) –accionista universal de Hunosa– tienen que jugar un papel fundamental en el cambio de la estructura socioeconómica de las comarcas mineras”.

Continuidad

Una vez asegurada la continuidad de la central térmica de La Pereda, “debemos agilizar su conversión en una central de biomasa de alto valor añadido de biomasa autóctona, dando así oportunidad de negocio, generación de puestos de trabajo y la posibilidad de crear un biopolo forestal que garantice el suministro a la central térmica. Y que permita acoplar los intereses que pueda tener Hunosa, con sus más de 3.000 hectáreas, con los de otras empresas, centros de investigación y propietarios forestales. Además de maximizar la sostenibilidad medioambiental y posibilitar la generación de empleo, contando con las subcontratas según las líneas directrices del plan de empresa”.

Para el máximo responsable del SOMA, la hibridación de la térmica de La Pereda “es un proyecto de gran impacto socioeconómico y que va engranado perfectamente en una de las líneas prioritarias de la Unión Europea. Y alineado con los objetivos que públicamente han señalado direcciones generales de la UE, como las de Energía o Medio Ambiente”.

Para la adjudicación de este proyecto de ampliación de la instalación, “no podemos obviar ni el impacto y ni las vulnerabilidades que el cierre de minas y de las centrales de carbón generan en los territorios de transición justa, por lo que este proyecto debe ser vertebrador de otras actividades energéticas complementarias y avanzar en la transformación de Hunosa en una empresa energética y medioambiental, de carácter publico. No renunciamos a que la compañía se convierta finalmente en una empresa energética pública, como ocurre en otros países del Unión Europea”.

El secretario general de CC OO de Hunosa, Adrián Miguel Pérez, aseguro que “valoramos positivamente la aprobación del proyecto de hibridación de la central térmica de La Pereda por parte del Consejo de Administración de Hunosa”. Para el sindicalista, “es un proyecto que cumple con lo firmado en el plan de empresa, muy ambicioso en términos de generación de empleo y supone una inversión histórica de 41 millones de euros, es fundamental para el futuro de Hunosa, así como la piedra angular para la transformación de la empresa hacia una compañía energética, como quedó reflejado en el Plan de Empresa”. Además, este proyecto “permite desarrollar una apuesta que desde CC OO hemos venido defendiendo en los últimos años como prioritaria para el futuro de Hunosa, la gestión sostenible y el aprovechamiento de la biomasa forestal con fines energéticos”. Para el sindicato, “Hunosa debe seguir siendo un actor protagonista en la generación de un tejido industrial alternativo en las comarcas mineras. Y por ello vemos con muy buenos ojos esta iniciativa ya que no solo servirá para mantener la plantilla actual de la central térmica de La Pereda, sino que podría generar hasta 200 nuevos puestos de trabajo, algo verdaderamente imprescindible para CC OO para lograr que esta transición ecológica sea justa para todos los trabajadores dependientes del grupo Hunosa”.

Punto de encuentro

Asimismo, desde la central también han propuesto a la empresa “la creación de un clúster de la biomasa que, encabezado por Hunosa, aglutine al Gobierno del Principado de Asturias, a la Universidad, a empresarios, asociaciones madereras, entre otros, para esa gestión sostenible de la biomasa forestal”.

El Consejo de Administración de Hunosa aprobó ayer el plan de transformación de la central térmica de La Pereda, que abandona el carbón como principal combustible y lo sustituye por la biomasa forestal. Una conversión que supondrá la creación de casi 200 nuevos puestos de trabajo relacionados con la gestión de la biomasa forestal, según la compañía, además de mantener los actuales 73 empleos que tiene la planta. Este proyecto tiene un coste de 41 millones y “garantiza la supervivencia de la principal fuente de ingresos de la compañía”. Supone “un gran paso en el papel que la firma pretende asumir en la transición justa a una economía descarbonizada”.

El plan para la transformación de la térmica de La Pereda fue aprobado por el Consejo de Administración de Hunosa el pasado miércoles. Este proyecto, con un coste de 41 millones, “garantiza la supervivencia de la principal fuente de ingresos de la compañía” y supone “un gran paso en el papel que la firma pretende asumir en la transición justa a una economía descarbonizada”, tal y como aseguraron fuentes de la compañía. Tras este primer paso, el plan deberá recibir la autorización del Consejo de Administración de la SEPI y pasar por el correspondiente proceso de subastas de energías renovables.

El proyecto mantiene los 73 puestos que hay a día de hoy en La Pereda, a los que habría que añadir, según las estimaciones de la compañía pública, otros 197 que surgirían con la gestión forestal, transporte y tratamiento de la biomasa. Entre las modificaciones que habrá que desarrollar están la adaptación de la caldera, la incorporación de una tecnología que incrementa la potencia neta de la planta con la mejora de la eficiencia del ciclo de refrigeración (un sistema denominado Ciclo Higroscópico, una tecnología desarrollada por la ingeniería asturiana Imasa) y un sistema de almacenamiento logístico del combustible.

La adaptación de La Pereda a la biomasa supone el adiós definitivo de Hunosa al uso del carbón, que sigue extrayendo en el pozo Nicolasa (Mieres), con un permiso especial que concluye el próximo año.

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