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La ausencia de un plan gestor paraliza las mejoras en los pueblos de las Ubiñas

La alcaldesa de Lena alerta de la pérdida de subvenciones por el bloqueo del IGI del parque: “Hay obras que no se hacen por falta de financiación”

Tuiza, en el parque de las Ubiñas, durante un temporal de nieve. | Miki López

Frente común en Lena para reclamar el Instrumento de Gestión Integral (IGI) del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. A las críticas de los vecinos, que llevan más de un lustro esperando por el documento –tumbado en los tribunales por una denuncia de la parroquia de Páramo (Teverga)–, se suma ahora el gobierno local (IU). La alcaldesa, Gema Álvarez, afirmó que esta falta de gestión del espacio protegido repercute negativamente en la zona rural: “Hay obras en los pueblos que no se pueden hacer por falta de financiación”, reconoció. Solo en las subvenciones regionales, Lena pierde anualmente 20.000 euros por carecer el parque de IGI. A esto hay que sumar otras ayudas europeas, que podrían haber solicitado las administraciones local y regional y los vecinos de forma particular. Estiman que el parque ha perdido ya, durante estos años sin gestión, más de medio millón de euros.

Los problemas con el IGI del parque natural de las Ubiñas se remontan al año 2015. Fue entonces cuando el documento quedó suspendido, a la espera de una sentencia, después de que los vecinos de la parroquia de Páramo (Teverga) denunciaran una serie de “irregularidades”. El Tribunal Superior de Justicia, en agosto de 2016, falló a favor de la parroquia: de todas las reclamaciones atendió una, la de la falta de memoria económica para la correcta gestión del espacio protegido.

Ya anteriormente, el Tribunal Supremo había anulado el Plan General de Uso y Gestión (PRUG) del espacio protegid

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Un golpe que terminó de desarmar una gestión que nunca había sido estable. Ya anteriormente, el Tribunal Supremo había anulado el Plan General de Uso y Gestión (PRUG) del espacio protegido. También atendiendo a una denuncia vecinal, otra vez de la parroquia de Páramo. Las reclamaciones, en este caso, cambiaron de tercio. Según los denunciantes, se centraban en irregularidades “como es la falta de un informe de la Junta del Parque sobre su declaración, así como a principios constitucionales, como el de participación ciudadana en los asuntos públicos”. Los portavoces de la parroquia rural de Páramo apuntaron, además, que de la sentencia “se deduce que la administración no tiene un poder omnímodo para aprobar el PRUG como le parezca, ni para saltarse los procedimientos”.

El colectivo avisaba ya de que el nuevo documento (el IGI) había nacido también viciado. “Adolece de los mismos defectos y causas de nulidad que venimos alegando durante todo el procedimiento”.

A la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias siguió el compromiso del Principado de que la tramitación sería ágil. Seis años después, la concejala de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de Lena, Gelos López, destacó que los vecinos “aún no han sido informados sobre la memoria de gestión económica”. Extremo que confirman los portavoces vecinales: “Creemos que estamos en un momento crítico para la aprobación del IGI, ante el incremento de visitantes al parque. Se encuentran con un espacio protegido en el que no hay ninguna zona restringida”, lamentaron.

Actuaciones

El correcto mantenimiento de la riqueza natural queda en manos de la buena fe de los vecinos. Y de poco más. Porque, reconoce la Alcaldesa, “hay obras en los pueblos que son muy necesarias y que no podemos hacer. Estamos perdiendo financiación para el parque todos los días, con el mutismo cómplice del Gobierno regional”. La responsable municipal explicó que, en una situación distinta, “se podría abordar mejoras de la red de abastecimiento de aguas, de saneamiento y de conexiones por carretera. Son las tres demandas que más se repiten en los pueblos del parque”. Un buen ejemplo es el acceso a Traslacruz, que lleva ya unos años en la lista de espera.

Piden soluciones y que lleguen rápido. “No estamos reclamando algo descabellado. Pedimos que se tramite un documento que lleva más de cinco años a la espera de estar culminado y que, nos consta, ya está muy avanzado. Solo hace falta un poco más de voluntad”, señaló Gema Álvarez.

El documento está avanzado y ya se han conocido una serie de detalles que parecen satisfactorios para los vecinos. Uno de ellos es poder acampar en la zona protegida, pero solo durante la noche (las tiendas deben desmontarse cuando amanezca). También la recuperación de la figura del perro guardián, que no aparecía reflejada en el anterior documento.

Además, se cierra la puerta definitivamente al paso de una línea de alta tensión por el parque. Este punto había generado mucha controversia con el anterior IGI, que sí incluía “excepciones” basadas en la demanda energética.

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