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Los vecinos reclaman restaurar la antigua mina de mercurio de Vildeo, en Aller

Alertan de la peligrosidad de las bocaminas abiertas y piden incluir la explotación en el plan de descontaminación de El Terronal y La Soterraña

Arriba, la mina de La Soterraña (Lena). Debajo, antiguas instalaciones de la explotación allerana de Vildeo.

¿Quién se acuerda de la mina de mercurio de Vildeo (Pelúgano, Aller)? Parece que las administraciones no. Colectivos vecinales del concejo reclaman que la antigua explotación se incluya en los planes de rehabilitación ambiental y descontaminación previstos para las otras minas de la comarca: la de La Soterraña (valle de Muñón, Lena) y El Terronal (Mieres).

Se les asignará una inversión de diez millones de euros del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Desde la entidad vecinal de Pelúgano matizan que los análisis de agua en la localidad “confirman que no hay contaminación”.

No es solo por la contaminación. Vecinos de la zona apuntan al “impacto visual” de las antiguas explotaciones de mercurio en el entorno de Vildeo. Todavía hoy, hay bocaminas abiertas y socavones que “pueden ser un peligro para vecinos y senderistas”. Además, a pesar de que los análisis no indican peligro, el nacimiento del río San Julián –que desemboca en el río Aller– está “justo por encima” de esta explotación.

Una mina ahora olvidada, pero con mucha historia, con una actividad de extracción de mercurio que tiene sus orígenes a mediados del siglo XIX. Tras la renuncia de varias concesiones, las instalaciones fueron arrendadas a la Sociedad El Mercurio Asturiano. Esta compañía completó la explotación con hornos para la destilación. La actividad se mantuvo hasta 1912.

Los vecinos reclaman restaurar la antigua mina de mercurio de Vildeo, en Aller

Quedaron sin uso hasta los años cincuenta del siglo pasado. Fue entonces cuando se retomaron los trabajos, tras hacerse cargo de las antiguas concesiones la Astur Belga de Minas. A partir de 1968, se acometió la electrificación de la mina y profundizaron en tres pisos. El valor del mercurio se desplomó en los años setenta y, como también ocurrió en La Soterraña y El Terronal, la mina allerana quedó definitivamente abandonada. En 1999, según los documentos de la antigua explotación, caducaron las concesiones de Astur Belga.

“Nosotros intentamos reclamar su descontaminación años más tarde, pero no llegó ningún proyecto”, afirmó ayer Eva Fernández, presidenta de la asociación de vecinos de Pelúgano. Llama a la calma porque, añadió, “manejamos los análisis que se han hecho del suministro de agua y no hay contaminación en el pueblo”.

Reclamaciones

Pero sí podría haberla en el entorno, según varios colectivos vecinales que han hecho llegar sus reclamaciones al Ayuntamiento. El primero en ponerlas sobre la mesa ha sido el concejal del grupo mixto, Juan Antonio del Peño, que ha presentado una moción para su debate en el próximo Pleno. “Conscientes de los efectos letales del mercurio, incluso en pequeñas cantidades, y a sabiendas de que en los concejos limítrofes se van a llevar a cabo trabajos de descontaminación, ha llegado el momento de que el Ayuntamiento de Aller reivindique labores similares para el municipio”, señala el texto de la propuesta.

La reclamación es clara: solicitar al Gobierno del Principado de Asturias que elabore un estudio que “revele y clarifique” cuál es la situación de las minas de Vildeo. También remitir dicha moción, si consigue los apoyos suficientes, “a todos los grupos políticos del Parlamento asturiano”.

Los vecinos consideran “prioritario” el citado estudio de la mina de Vildeo. “Es imprescindible conocer el alcance real de los contaminantes que, con total seguridad, permanecen en el subsuelo”, afirmaron. Una vez que el estudio esté listo, la mina tendría que entrar a formar parte de los proyectos de descontaminación o recuperación que están sobre la mesa. Su conclusión es rotunda: “Primero, la salud. No podemos arriesgarnos a tener terrenos contaminados en el concejo. Después, el entorno. Si queremos que Aller sea un destino turístico de referencia, tiene que estar a la altura”.

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