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El Banco de Alimentos alcanzó los 21.700 beneficiarios, un 15% más que otros años por culpa del covid

El crecimiento medio en España fue del 45% pero la región resiste mejor, según la entidad, por las “altas pensiones” y la escasa inmigración

Echevarría y Bernardo Sopeña, en las instalaciones del Banco de Alimentos en Argame (Morcín). | C. M. B.

Es mediodía en las instalaciones del Banco de Alimentos de Asturias, en el polígono de Argame (Morcín). El presidente de la entidad, Bernardo Sopeña, pasea entre los estantes repletos: “La campaña de recogida ha sido un éxito, hemos recaudado cerca de 700.000 euros que garantizan los repartos para este año”, explica.

Una buena noticia que enciende un poco de luz en la oscura crisis del covid-19. A causa de las restricciones sanitarias, en este ejercicio, el Banco de Alimentos no pudo llevar a cabo la “Gran recogida”. “Temíamos tener que parar la actividad”, reconoció Sopeña. Pero, una vez más, la respuesta social salvó la situación: se cambió la recogida de alimentos por la citada recaudación, con un resultado “que mejoró las expectativas más optimistas”.

Y hasta ahí lo bueno. Lo malo: el número de beneficiarios se ha disparado durante la crisis sanitaria. El año 2020 cerró con un 15 por ciento más de personas atendidas, de 18.000 a 21.700. Aún así, el incremento en Asturias es relativamente bajo. En España subió casi el 45 por ciento.

“Asturias tiene unas características que la desmarcan del resto del país”, explica Sopeña. La primera, y más importante, “las altas pensiones de la minería y de otras grandes empresas que había en la región. Pero hay que tener en cuenta que no durarán para siempre”, destacó Sopeña. También la tradición de la economía mixta. Vecinos de la zona rural que pueden subsistir mejor con alimentos de la huerta o con su propia ganadería. También, añadió el presidente del Banco de Alimentos, “que Asturias no es una región que reciba un elevado número de inmigrantes. El porcentaje de inmigración aquí es más bajo que en el resto del país”. Aún con un incremento más moderado que en el resto de España, Bernardo Sopeña no resta importancia al balance: “Hablamos de familias, en muchos casos, que nunca habían tenido que pedir ayuda para su alimentación”. Padres y madres que, por la crisis sanitaria, se quedaron sin comida para sus hijos: “La situación es muy difícil”, advirtió.

Y podría ponerse peor. El Banco de Alimentos espera en vilo por la “resaca” del covid-19: “Se espera una gran crisis económica, el final de los ERTEs y falta de empleo. Sospechamos que el balance de 2021 podría ser aún peor”, reconoció. De momento, respiran tranquilos con lo recaudado y esperan iniciar pronto los repartos. Serán seis, hasta septiembre, con más de 100.000 kilos de alimentos en cada entrega.

Y habrá novedades. “La nueva fórmula de recogida, que supone dinero en lugar de comida, nos ha permitido comprar algunos alimentos que los beneficiarios demandan”. Un buen ejemplo son las conservas de carne y los embutidos que, por primera vez, se repartirán durante este año: “Es un paso adelante y permitirá cubrir una serie de carencias que veníamos percibiendo”, señaló.

Los lotes del Banco de Alimentos incluyen productos de primera necesidad. Conservas, legumbres frescas y cocinadas, aceite, azúcar, galletas, harina y leche. También pasta y arroz. Además, en los últimos años ha crecido la demanda de alimentos infantiles. Este año están cubiertos y, no hay más opción, confían en el final de la pandemia para volver al sistema tradicional de recogida. Es decir, la organización de campañas en toda la región para la donación de alimentos. De media, la entidad reparte anualmente en Asturias casi dos mil toneladas de alimentos.

La eléctrica EDP, junto a 150 trabajadores, recauda 23.000 euros para la entidad solidaria

La compañía eléctrica EDP ha donado 23.000 euros al Banco de Alimentos de Asturias. Se trata de una recaudación de la empresa y de la plantilla. La responsable de Relaciones Laborales, Carmen Echevarría, hizo ayer entrega del cheque al presidente de la entidad, Bernardo Sopeña. “La idea surgió tras anunciar que donaríamos el presupuesto de la cena de empresa al Banco de Alimentos”, explicó Echevarría. Fue entonces cuando propusieron a la plantilla una recaudación, que la empresa igualaría con otra partida. Así que a los 10.000 euros de la cena de empresa, se sumaron otros 6.500 que aportaron los trabajadores. Y la eléctrica igualó los donativos de la plantilla, alcanzando así el total de 23.000 euros. Participaron más de 150 empleados de la compañía energética. “La colaboración de EDP y el Banco de Alimentos viene ya de muy lejos”, destacó un agradecido Bernardo Sopeña. Según explicó el presidente de la entidad, la compañía también subvencionó la instalación eléctrica de la nave de Morcín y “colabora todos los años con alguna campaña especial para nosotros”. Estos 23.000 euros se suman a los casi 700.000 que ha recaudado el Banco de Alimentos en la campaña de este ejercicio. Un año que comienza marcado por la crisis sanitaria del covid-19.

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