La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El aumento de los residentes otorga un beneficio récord al geriátrico del Montepío

La buena marcha del centro da oxígeno a la mutua, lastrada por la baja ocupación de sus complejos turísticos y el concurso en Ledesma

Pulgar y Villa escuchan a Amador Martínez durante la reunión de trabajo en Felechosa. | A. Velasco

A punto de cumplir su primera década de existencia, el geriátrico del Montepío en Felechosa se ha convertido en la nave que está tirando del carro económico de la mutualidad. En un año, 2020, en el que los negocios turísticos de la entidad –el Balneario de Ledesma (que entró en concurso), y los residenciales de costa en Murcia y Almería (con menos ocupación)– han sufrido los efectos del covid, la residencia allerana ha logrado los mejores resultados económicos de su historia. La clave, en palabras del presidente, ha estado en la gestión de la pandemia: “El trabajo duro nos ha permitido pasar el año libres de contagios, y eso ha dado una enorme confianza a las familias”. Un negocio que nació con más de un millón de euros en pérdidas y que hoy genera más de 160.000 euros de ganancias.

En su despacho del geriátrico, el presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, atiende a este diario tras despachar con la directora del centro, Raquel Villa Posada, y con el responsable de Obras, Amador Martínez. “Estamos satisfechos con los resultados obtenidos este año, ya que fue un ejercicio muy duro y hemos tenido muchas limitaciones”, expone el máximo mandatario de la entidad.

La cifra de negocio del geriátrico fue en 2020 de casi 2,73 millones de euros, sensiblemente inferior a la del año anterior. Sin embargo, en el capítulo de resultados, los beneficios se han incrementado un 12% pasando, de los 142.000 euros de 2019 a los 160.000 euros del pasado año, que suponen las mejores cifras desde que en 2012 entrase en funcionamiento. “Hemos tenido una caída importante de negocio e ingresos por la pandemia, porque hemos tenido que cerrar servicios como la cafetería, el spa o la fisioterapia y podología a pacientes externos, además de anular los programas intergeneracionales”, explica Pulgar. Sin embargo, el aumento de ingresos en el capítulo de residentes ha paliado estos déficits: han sumado casi 200.000 euros más que el año anterior.

La gestión de la pandemia del coronavirus en Felechosa ha sido uno de los grandes aliados para ese incremento de residentes, que actualmente están en 170 personas. “Se trabajó muy duro para preservar la salud de nuestros mayores y hemos estado libres de covid hasta el actual proceso de vacunación. Y seguimos estándolo”, apuntó el presidente. A su juicio, “este hecho generó un gran crédito empresarial y una confianza extra de las familias, que ven en nuestro centro un lugar seguro”. Y aunque se han esforzado, las medidas no pueden relajarse ahora: “Aún persiste un riesgo de infección y de contagios. Tenemos, por ejemplo, un brote importante en Felechosa, donde viven algunos de nuestros trabajadores. Hacemos controles permanentes para poder seguir sin ningún contagio y nuestros mayores estén protegidos”, apuntó Pulgar.

Tanto es así, que actualmente, y pese a tener las pruebas PCR con resultado negativo, hay diez empleados en cuarentena al ser contactos estrechos de positivos. “No nos vamos a relajar”, manifestó Pulgar, que dio más importancia a los resultados económicos del geriátrico “teniendo en cuenta el incremento del gasto sanitario que hemos tenido el pasado año, que fueron cantidades importantes”.

La prueba del crédito que tiene la residencia allerana está en que a día de hoy, hay una decena de personas esperando para poder entrar en las instalaciones. Sin embargo, la Consejería de Salud está bloqueando la llegada de estos usuarios, que tienen las pruebas PCR con resultado negativo y los informes favorables a su ingreso.

Pulgar asegura que sus tareas en la residencia “no se pueden resolver con teletrabajo”

El presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, se vio envuelto hace unos días en una polémica por su vacunación contra el covid-19 por su labor en la residencia de Felechosa. Y la realidad es que, según los criterios especificados por el área de Sanidad del Principado, el responsable del Montepío cumple con los requisitos pedidos. En la documentación oficial a la que ha tenido acceso este diario, desde la entidad regional se especifica que un trabajador es aquel que esté en la residencia “uno o más días a la semana” para desarrollar su labor. Un criterio que cumplía el presidente de la entidad, que además rechaza que su labor se pueda realizar con teletrabajo. “Voy varias veces a la semana, no solo para ejercer el trabajo y las responsabilidades que tengo, sino también porque los trabajadores y residentes tienen que sentir a una dirección del Montepío cercana, y pendiente de sus problemas diarios”, apuntó Pulgar, que agregó que “una residencia con 170 usuarios, 100 trabajadores, una obra con 20 operarios con medidas de aislamiento, y donde además se brindó apoyo en el rescate de Virgilio García, conlleva un esfuerzo que no se puede resolver con el teletrabajo”.

Compartir el artículo

stats