La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mierense que cubrió guerras y cantó para Fidel Castro

Fallece a los 74 años Javier Lavandera, periodista, cantautor y militante comunista que tuvo que exiliarse antes de asentarse definitivamente en Canarias

Javier Lavandera

En los sesenta el pub La Chenal reunía cada noche en Mieres a jóvenes ansiosos de libertad y democracia. Entre ellos estaba un simpático chaval del barrio de La Villa al que le gustaba cantar y tocar la guitarra. Javier Lavandera era apenas un veinteañero cuando tuvo que abandonar el país tras ser condenado en una causa derivada de las protestas que suscitaron las 16 sentencias de muerte del conocido como Proceso de Burgos. Ligado al Partido Comunista (PC) desde la adolescencia, emigró a Bélgica, iniciando una vida que terminó siendo apasionante. Como corresponsal de guerra asistió, en 1979, a la instauración de la República islámica en Irán de la mano el ayatolá Jomeini. Fue testigo de la Revolución Sandinista en Nicaragua y llegó a entablar relación con Fidel Castro. Todo ello al tiempo que lograba reconocimiento como cantante, llegando a compartir escenario, por ejemplo, con su paisano Víctor Manuel.

Javier Lavandera falleció el pasado 5 de febrero, a los 74 años de años, en la localidad canaria de San Bartolomé, donde llevaba asentado más de 30 años. Hacía tiempo que sufría de problemas coronarios, tal vez fruto de una trayectoria vital palpitante que, en buena parte, ha permanecido oculta a su Mieres natal. Su recuerdo se difumina en el tiempo y su nombre apenas trae recuerdos vagos a veteranos comunistas y a algún que otro miembro de la asociación “Amigos de Mieres”.

El mierense que cubrió guerras y cantó para Fidel Castro

El mierense que cubrió guerras y cantó para Fidel Castro

“Tengo el recuerdo de verle en algún concierto. Era un cantautor comprometido, con varias canciones que homenajeaban a las víctimas del franquismo”, explica Javier Suárez, de IU. El veterano dirigente de CC OO, Joaquín Uría, es de los pocos que mantuvo el contacto con Lavandera: “Jugó al hockey de portero, pero se marchó muy joven. Como cantautor grabó un par de discos y recuerdo que una de sus canciones más populares estaba dedicada a la fosa común del cementerio de Oviedo”.

Alcanzó cierta popularidad como cantautor en Bélgica. “Le gustaba la farándula, pero pronto se dio cuenta de que de eso no podría vivir y estudió periodismo”, explica José Francisco Fernández Belda, ingeniero canario que entabló una gran amistad con Lavandera: “Era muy de izquierdas y muy recto, pero yo soy de derechas y nunca discutimos”.

Tras aparcar la canción, Lavandera estuvo de corresponsal para Efe en Irán y Nicaragua: “En este segundo país lo pasó mal, ya que convivía con gente que sabía que podían matar al día siguiente”. Al regresar, no le renovaron el contrato: “Era una persona enormemente simpática, pero de fuerte carácter”, narra Fernández Belda. Lavandera tuvo acreditación permanente en la sede de la Unión Europea. Ya en Canarias, se desplazó frecuentemente Bruselas trabajando para medios locales.

Llegó a entablar amistad con el exprimer ministro portugués Mario Soares. Y conoció a Fidel Castro: “En una ocasión nos contó que Fidel había equiparado una canción suya con los discursos que ofrecía el mandatario cubano”.

Compartir el artículo

stats