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El frente mierense para la atención oncológica en Asturias: “El 80% de los niños diagnosticados de cáncer se recuperan”

La médica hematóloga y la enfermera Clara Martín, las dos de Mieres, destacan que en la región la atención a pacientes con cáncer no se ha resentido con la pandemia

Clara Martín, Dolores Olavarrieta y Soledad González. | AECC Mieres

Son de Mieres, son mujeres y llevan años en la primera línea de lucha contra el cáncer infantil. Son la médica adjunta de Hematología del Hospital Central de Asturias (HUCA), Soledad González, y la enfermera supervisora del mismo área, Clara Martín. Cada año, reciben una media de treinta pacientes menores de 18 años que son diagnosticados de cáncer. Es un trabajo “duro”, reconocen al unísono, pero con muchas satisfacciones: “Más del ochenta por ciento de los pacientes infantiles de oncología se recuperan”, afirman. Explican su día a día y su labor con motivo de la próxima conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer Infantil (15 de febrero). Este año lleva por lema “Hagamos un trato”.

“Hagamos un trato”, pide la Asociación Española contra el Cáncer, porque perciben que la atención al paciente oncológico se está resintiendo por la crisis sanitaria del covid-19. Algo que, afirman Clara Martín y Soledad González, en Asturias no está ocurriendo: “Aquí la primera ola del coronavirus fue relativamente moderada (con respecto al resto de España) y nos puso en alerta”, explica la doctora.

Supieron que retrasar citas no era una opción, porque la pandemia se quedaría para un tiempo largo. Así que adaptaron los protocolos: más atención telefónica y reducir los días de ingreso hospitalario al máximo, entre otras medidas. “La atención se adaptó por el bien de los pacientes”, matiza la enfermera Clara Martín. Y el balance de final de año dice que acertaron. Según Soledad González, “hemos hecho los mismos tratamientos, las mismas consultas, cirugías y todos los seguimientos”. No se ha retrasado la atención a ningún paciente, “ni en prevención, ni en detección, ni en tratamiento”. “Afortunadamente, en Asturias la atención oncológica no se ha resentido”, añadió la médica adjunta.

La labor de los profesionales sanitarios es impagable. Acompañan a los niños, y a su familia, desde que el diagnóstico escrito se nubla con la preocupación. “Los niños lo afrontan mejor, los padres son los que se llevan el golpe más duro en los casos de cáncer infantil”, explicó la médica. Les hablan de la alta tasa de recuperación, en la mayoría de los casos sin secuelas: “Pero ¿quién le quita la preocupación a unos padres?”, sentenció la supervisora de enfermeras.

Nadie, aunque los protocolos son ahora más completos. Desde hace unos años, el Hospital Central de Asturias ha puesto en marcha el programa conocido como “Atención Integral al Niño con Cáncer”. Como su nombre indica, implica una atención al paciente desde todas las áreas posibles: “Se ve al paciente como un conjunto”, explican las sanitarias.

El abordaje, antaño, se centraba en el tumor y su curación. Ahora los pequeños reciben también atención psicológica y pedagógica. “También se atiende a su escolarización y socialización, tan importante para ellos”, señaló Soledad González. Y, en los casos en los que es necesario, también atienden desde un punto de vista social y económico: “Estamos en contacto con los servicios sociales, en el caso de que ese apoyo fuera necesario para alguna de las familias”, matizaron Martín y González.

Y esos niños se convierten, de la noche a la mañana, en auténticos héroes. Su tasa de curación es muy superior a la de los adultos, por varias razones. La primera, más subjetiva, es que afrontan la enfermedad con más entereza y menos miedo. Desde el punto de vista científico, hay varias explicaciones: la primera, muy importan, es que los pequeños no tienen comorbilidades. Es decir, suelen carecer de otras patologías que pueden obstaculizar el tratamiento y la curación. Además, son más resistentes a los tratamientos más agresivos para acabar con la enfermedad: “Los niños pueden resistir más sesiones de quimioterapia que los adultos, aunque resulte difícil de creer”, destacó la enfermera Clara Martín.

“Para los papás -añade Soledad González- es dificilísimo. Es por eso que, antes de iniciar el procedimiento, aportamos mucha información sobre el diagnóstico, los tratamientos y el camino que tienen por delante”. “Toda información es poca para menguar la preocupación de una madre. Esa preocupación es siempre infinita”, comentó la supervisora de enfermeras.

Pero después de todos los datos, de saber lo que les espera, siempre llegan las palabras de ánimo. Las que da Clara Martín a todos los que afrontan un diagnóstico para el pequeño de la casa: “Hace falta voluntad, es un camino difícil pero no estarán solos”. Y añade la doctora: “Tienen que saber que somos un equipo. Unos guerreros bien formados para vencer al enemigo, para vencer al cáncer”.

Apoyo y coordinación para pacientes y familias: así trabaja la delegación de Mieres de la AECC

La Delegación de Mieres de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), presidida por Dolores Olavarrieta, está entre las únicas que todos los años organiza una charla con motivo del Día Mundial contra el Cáncer Infantil (15 de febrero). Este año, la situación sanitaria -con el municipio en la fase “4Plus”- imposibilita la celebración del encuentro. No por ello, afirma la presidenta, la labor de la entidad se ha frenado: “Queremos que las familias sepan que estamos aquí para todo lo que necesiten, dentro de nuestras posibilidades”, afirmó Olavarrieta. Otro dato que hace especial a la entidad mierense: más del 70 por ciento de los voluntarios han padecido cáncer. “Esto nos hace, en cierta forma, más próximos al problema. Sabemos lo que se siente cuando llega el diagnóstico, tanto apoyo que se necesita”, afirmó Olavarrieta. Y en ese apoyo se centran: “Nuestra labor, sobre todo, es coordinar los recursos de la asociación a nivel regional y estatal para los asociados. No solo hacemos cuestaciones, somos mucho más que eso”, sentenció. Ante un diagnóstico de cáncer, afirma la presidenta de la asociación de Mieres, “lo principal es mantenerse fuerte y optimista. A veces es necesario el apoyo de profesionales para empezar y para seguir el largo camino que se tiene por delante”. Pero lo importante en ese andar, añade a renglón seguido, es “saber que hay una meta. Mantener la esperanza”. En cuanto a los pequeños de la casa, como ya aseguran las profesionales del área de Hematología del HUCA, “los que más apoyo necesitan son los papás y las mamás, queremos que no se sientan perdidos”. La entidad conmemoró hace unos días el Día Mundial contra el Cáncer, en un encuentro en el que dieron a conocer la campaña “Hagamos un trato”.

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