La residencia de mayores de Laviana sufrió un robo en la madrugada de ayer jueves. Los ladrones se llevaron la caja fuerte que se encontraba en el despacho de dirección del equipamiento del ERA (Establecimientos Residenciales para Ancianos) tras forzar una ventana.
El robo fue descubierto por el director de la residencia cuando accedió al despacho, ubicado en la planta baja del edificio, ayer por la mañana, según indicaron fuentes de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, que afirmaron que los hechos se produjeron entre las doce de la noche y las seis de la madrugada. Los ladrones accedieron desde el exterior de la residencia de mayores forzando la ventana del despacho de dirección. Cogieron la caja fuerte de la dependencia y salieron de nuevo por donde había entrado.
No accedieron al resto de estancias del geriátrico lavianés, indicaron desde la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar. En la caja fuerte del equipamiento se guardaba dinero aunque no se ha precisado la cuantía que se llevaron los ladrones.
Ninguno de los trabajadores ni residentes escucharon ningún ruido sospechoso durante la madrugada que procediera de la estancia en la que se produjo el robo, que se descubrió ya por la mañana cuando el director entró en el despacho. La ventana de la dependencia es batiente, con apertura en la parte superior. Por ella salieron los ladrones con la caja fuerte, con la intención de abrirla en el exterior de las instalaciones.
El robo fue comunicado por los responsables del geriátrico a la Guardia Civil, que se encarga de investigar los hechos para localizar a los ladrones que se llevaron la caja fuerte. Agentes de la Policía Judicial del instituto armado tomaron huellas ayer.
Hace un año, la Policía Local de Laviana detuvo a un delincuente reincidente, con numerosos robos a sus espaldas, con la ayuda del sacerdote de la Pola, Luis José Fernández, que ayudó a retenerlo en la iglesia parroquial, donde estaba robando. El párroco escuchó unos ruidos extraños en el templo cuando se encontraba, a las dos y media de la tarde, en la sacristía de la iglesia. Vio a través de las cámaras de seguridad que un hombre estaba ocasionando destrozos e intentando robar y llamó a la Policía Local. Después se acercó al ladrón y entabló una conversación para dar tiempo a los agentes a llegar.
