Es uno de los proyectos más ilusionantes de los últimos años para los aficionados al esquí. Y su puesta en marcha se va acercando. La remodelación de la estación de Valgrande-Pajares –que tiene como objetivo dinamizar la zona y convertir las instalaciones lenenses en un motor económico para toda la comarca– comenzará a dar sus primeros pasos en semanas. Según ha podido saber este diario, la idea es poner en marcha la contratación de los primeros trabajos entre los meses de marzo y abril. Una vez resuelto el trámite, las obras comenzarían, según las previsiones, a finales de verano.
Para este año, el Principado ha reservado una partida de cinco millones para este proyecto. Un dinero con el que se comenzaría a trabajar en la piedra angular de la actuación, la remodelación del telesilla Brañillín (hoy eje central de la estación), que pasaría a un segundo orden, al ser sustituido por un telecabina de última generación. Esa es precisamente la obra más costosa de todo el proyecto e incluso los cinco millones presupuestados para este ejercicio se quedarían cortos. Sin embargo, la idea es ir a una licitación plurianual, para acabar de pagar el nuevo remonte en la anualidad de 2022.
El resto de obras no son menos importantes, ya que el proyecto dibuja un todo, un cambio de cara del complejo para hacerlo mucho más atractivo el turismo, no solo de nieve sino también de montaña. La puesta en marcha de este telecabina sí supondría dar un paso adelante y un golpe sobre la mesa en lo referente a la comparación con el resto de equipamientos de la Cordillera Cantábrica.
Desarrollar este proyecto en 2021 puede traer beneficios para Pajares. Con las inversiones paradas en la gran mayoría de los países europeos, el hecho de que el Principado vaya a apostar ahora por un importante desembolso debería servir para que todas las empresas importantes del sector quisieran trabajar en Asturias, y a un coste inferior, seguramente, al que podrían ofertar en otras circunstancias. Y también con menores tiempos de ejecución al poder destinar más personal a los trabajos a realizar.
El nuevo remonte que vertebraría la estación de Pajares tendrá una longitud de 1.466 metros y reduciría el tiempo del trayecto a poco más de cuatro minutos, cuando actualmente, el telesilla del Brañillín requiere de más de 15 minutos para unir la base de la estación con la cota más alta. Además, este modelo de inversión permitirá que, en verano, también se puedan adaptar las cabinas del remonte a otro tipo de turismo, con el objetivo de poder subir a la cima bicicletas, con el fin de poder practicar otros deportes.
Este remonte sería la inversión del año 2021, pero el proyecto aprobado recoge otras iniciativas atractivas fuera del mundo del esquí y que están resultando exitosas en complejos europeos de más renombre. La actuación más llamativa es la puesta en marcha de un tobogán de railes, que es como se describe en el proyecto, pero que viene a ser una montaña rusa.
El coste sería de 1,7 millones y permitiría deslizarse por la estructura en un habitáculo, durante más de un kilómetro. El proyecto de remodelación de Pajares incluye asimismo un área de “tubbing”, es decir, descenso por las laderas sobre un neumáticos, y también otros proyectos de recreo, como una tirolina o puentes tibetanos.
