Trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Langreo afirman que están “totalmente desprotegidas” frente al covid-19. Aseguran que tienen “material de protección muy escaso” y que conseguir someterse a una PCR, en caso de contacto de riesgo, “es prácticamente imposible”.

“Llevamos sometidas a riesgo muy alto durante muchos meses, la plantilla empieza a agotarse”, aseguraron trabajadoras del servicio, que está subcontratado a una empresa a través del Ayuntamiento de Langreo. Denuncian que no tienen EPIs (Equipos de Protección Individual): “Tenemos una mascarilla FFP2 a la semana, da igual las horas que trabajemos”, señalaron. También unos guantes, un bote de gel hidroalcohólico para las manos y algo que les preocupa mucho: una única bata.

“Vamos de domicilio en domicilio con la misma bata, sin saber lo que hemos dejado en cada casa. Lo correcto sería cambiársela en cada domicilio, y lo mínimo tener un buen desinfectante para el uniforme”. “No estamos pidiendo imposibles ni grandes desembolsos, y la situación requiere de especial atención”, añaden.

Una situación complicada porque, dicen a renglón seguido, “estamos cerca de positivos en muchas ocasiones”. Y, cuando eso ocurre, la “falta de protección es aún mayor”. Según explicaron, hace unos días una de las trabajadoras estuvo en un domicilio en el que reside una persona contagiada. “Conseguir la PCR para esta trabajadora, como para todas las que se han visto en una situación similar, fue una odisea”. Llaman a la empresa, que les remite al centro de salud. Del centro de salud a los rastreadores, y otra vez a la mutua. “Solo nos escuchan cuando decimos que ya tenemos síntomas. Entonces sí se nos hace una PCR en el centro de salud, pero si somos asintomáticas solo nos aíslan sin confirmación”, explicaron ayer fuentes de la plantilla.

Y, avisan ya, las condiciones van a ir a peor. El protocolo que está a punto de implantarse para su servicio es “aún más peligroso”. Según destacaron, “ahora nos dicen que, en caso de contacto con una persona contagiada de coronavirus, no nos harán la prueba PCR. Lo único que tendremos que hacer, si no tenemos síntomas, es estar en casa diez días. Hasta ahora, eran al menos catorce”. Todo esto, añaden, “en un momento en el que la pandemia no está, ni de lejos, controlada. Y siendo nosotras trabajadoras que estamos en contacto con personas de riesgo”.

Sus reclamaciones se limitan al Ayuntamiento de Langreo pero, afirman, no son las únicas que están pasando “por este calvario”. “Sabemos que las compañeras de otros municipios, como Laviana, están en una situación muy parecida”, destacaron. Y concluyeron: “Los ayuntamientos tienen que tomar cartas en el asunto”.

Las quejas


  • Sin EPIs. Trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio aseguran que no tienen EPIs, y el material de protección es “muy escaso”. Afirman que van “de casa en casa” con una bata y sin desinfectante para su uniforme. Reciben una mascarilla FFP2 a la semana, unos guantes y gel hidroalcohólico.
  • Sin pruebas PCR. Conseguir una prueba PCR tras un contacto con un positivo, es “casi imposible”, denuncian desde la plantilla. Apuntan que el centro de salud y los rastreadores las derivan a la mutua, que no se encarga: “Solo nos la hacen si tenemos síntomas”