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Langreo rinde homenaje a Marino Díaz: “Gracias, maestro”

El fundador de la Orquesta Langreana de Plectro y formador de numerosos instrumentistas recibió un emotivo tributo en La Felguera

Marino Díaz, Carmen Arbesú y los miembros de la Orquesta Langreana de Plectro, junto al monolito inaugurado ayer La Felguera. | M. Á. G.

“Gracias, maestro”. Esa fue la frase más escuchada en el homenaje tributado ayer en La Felguera a Marino Díaz, fundador de las rondallas Felguerina y La Salle, de las que surgió después la Orquesta Langreana de Plectro. La pronunciaron en sus discursos la alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú; Jesús Agustín Menéndez García, presidente del Ateneo Casino de La Felguera (entidad promotora del homenaje junto al Ayuntamiento); y el escultor José Luis Iglesias Luelmo, autor del monolito inaugurado. Y la dijeron también las numerosas personas que aprendieron a tocar un instrumento o pasaron por la Orquesta de Plectro gracias a las enseñanzas de Díaz. “Estoy un poco abrumado, no creo que reúna tantos méritos”, replicaba con humildad el homenajeado a cada muestra de agradecimiento.

A sus 94 años, Díaz, que sigue compartiendo las funciones de director de la Orquesta de Plectro con Seila González, lleva más de siete décadas promocionando la música. Y no va a parar. “La Orquesta ha llevado el nombre de Langreo por toda España, Portugal, Nueva York y Washington. Somos una gran familia de la que yo soy el miembro más antiguo. Seguiré en ella todo lo que me quede de vida. O por lo menos hasta que me haga viejo”, señaló con humor.

Carmen Arbesú y Marino Díaz tras descubrir el monolito.

Díaz, que ha formado a decenas de instrumentistas a lo largo de su dilatada trayectoria, expuso que “yo solo he sembrado la semilla de la música en un terreno propicio. El mérito es el de las personas que prestaron la atención, en interés y la constancia parta recibir esas enseñanzas”. Y finalizó su intervención, tras mostrar su agradecimiento a todos los implicados en el homenaje y a los asistentes, con una declaración de amor a la música. “La música es el espíritu de un pueblo. Sin ella no hay felicidad ni hay alegría. Es el lenguaje del alma y transmite amor, esperanza y paz. Y esas tres cosas son lo que deseo para todos vosotros”, concluyó.

La regidora langreana manifestó que Díaz es “una persona muy querida en Langreo y estoy encantada de poder hacer este homenaje en vida, que es cuando en realidad hay que hacer los homenajes. Este monolito es el testimonio de todo lo que le debemos a Marino. Su contribución a la cultura y a la música en Langreo ha sido inestimable”. Y añadió: “Son más de siete décadas de promover rondallas, adiestrar a músicos y recopilar partituras para fomentar el talento de los jóvenes”.

La actuación de la Orquesta Langreana de Plectro.

Jesús Agustín Menéndez destacó el “altruismo” de Díaz, que “enseñaba gratis a todo aquel que quisiera tocar un instrumento”, mientras que José Luis Iglesias Luelmo, autor del la obra conmemorativa (un monolito con un relieve en bronce), aludió a las otras dos grandes pasiones de Díaz: su familia y el montañismo. “Su efigie se funde en la roca, como en las piedras de tantos caminos de Marino ha recorrido”.

La Orquesta Langreana de Plectro interpretó el “Vals número 2” de Shostakovich para completar el acto y trazar con acordes el mismo mensaje: “Gracias, maestro”.

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