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La banda sonora de la desindustrialización

El grupo langreano de hardcore “Escuela de Odio”, que lleva 28 años con su música reivindicativa, saca nuevo disco: “Y toda la verdad”

Por la izquierda, Nefta, Jorge, Pirri, Sabino, Nague y Marki. En el círculo, Pirri durante un concierto de “Escuela de Odio”. | J. G. Roces / Aitzol ZL

“Asturias obrera y dinamitera, / qué te están haciendo, / que nadie se entera. / Nos cierran las minas, la mafia del carbón. / Nos cierran los talleres, la mafia del metal”.

Aquí el ejemplo de cómo el carácter de un pueblo influye en su cultura. Y de cómo se hace universal. Son “Escuela de odio”, referente estatal de hardcore, con base en Langreo. Llevan treinta años poniéndole banda sonora reivindicativa a una desindustrialización imparable.

Dice Pirri (cantante y letrista) que el grupo nació en una Asturias que era “un polvorín”. Y que, aunque ya no hay “turullu” y la industria arde poco, su música hace más falta que nunca: “Nuestro mensaje y el espíritu de lucha sigue igual de vigente, o más, ahora”. “Escuela de odio”, además de Pirri, son Nefta, Jorge, Sabino, Nague y Marki. Justo hoy, a las 12, sacan nuevo disco. “Y nada más que la verdad” (Potencial Hardcore, 2021).

Fuego al Principado, / fuego al Parlamento. / Asturias está en lucha, Asturias es obrera”.

Mucho antes del nuevo disco, en 1993, “Escuela de odio” entró en escena. “Entonces Asturias era un polvorín. Movilizaciones en los astilleros en Gijón, en la minería… conflictos en Duro Felguera. De alguna manera, el ambiente marcó nuestra identidad”, señala Pirri. Una identidad que reflejaron en sus temas más conocidos. Como “Asturies arde”, del disco “Cuando los mudos griten, los sordos sentirán el miedo” (Santo Grial Records, 2000), que acompaña a este reportaje. “Podemos decir cosas crudas, pero la realidad supera lo que nosotros decimos en las letras de las canciones”, afirma Pirri.

La banda sonora de la desindustrialización

“Asturias obrera y dinamitera, / qué te están haciendo, / que nadie se entera, fuera los fascistas, de nuestra tierra.”

“El carácter reivindicativo, la historia y trayectoria de lucha que siempre tuvo Asturias, sobre todo en las Cuencas, influye en la cultura”, apunta Pirri. “Al final nos interesa la política, y política es todo. Desde el precio de la barra de pan o los playeros, hasta la dificultad para el acceso al mercado laboral”. Dice Pirri que sigue a los políticos, aunque ahora “parecen más un reality-show que políticos haciendo política”.

De lo local, a lo global. Por eso también llenan fuera de España. Para los conciertos de presentación de su nuevo trabajo aún no hay fechas. Están muy pendientes de la evolución de la crisis sanitaria del covid-19. “Es una lástima, tenemos ganas de volver al escenario”, apunta Pirri. Llevan 28 años. Dice que están “en el mejor momento” y que no teme al futuro: “El relevo está asegurado. Hay grupos jóvenes hardcore que recogerán la antorcha que encendió ‘Escuela de Odio’”.

“Rebelión contra el patrón, resistencia obrera / ¡¡¡Asturias arde!!!”

Ardió tanto que casi queda en cenizas. Para acabar, ya no tanto como cantante de un grupo que es referencia sino como persona, Pirri se pone más serio: “Me gustaría decir que la reconversión industrial de Asturias fue un apuñalamiento a nuestra tierra, a nuestra región, a nuestro pueblo y a la juventud”. Y añade que “el oscurantismo para reindustrializar las Cuencas con los fondos mineros, tanto el de muchos políticos como el de muchos empresarios, como el de los sindicatos mayoritarios… fue propio de la mafia napolitana. Así ocurrió lo que ocurrió, matiza: “Nos dejaron una tierra desarmada”.

“Vuelan los tornillos, lanzan voladores, / Asturias está revuelta, Asturias es obrera”.

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