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El puerto asturiano que está cerrado desde diciembre: "Es pura desidia", claman los vecinos

La Cubilla aún tiene restos de las nevadas: "Son diez minutos de pala", dicen los ganaderos

Coches en el pueblo de Pelúgano, en Aller.

Cuatro meses con un aviso: “Puerto cerrado”. El tramo de la carretera del parque natural de las Ubiñas-La Mesa (N-18), entre Tuiza de Arriba y el alto de La Cubilla, está cerrado desde el pasado 4 de diciembre. Vecinos y ganaderos montan en cólera: “Por no pasar una pala diez minutos, impiden el tránsito de vehículos a los ganaderos y turistas. Es pura desidia”, apuntan. En un momento en el que, añadieron, el turismo en alta montaña es “esencial” y está en pleno auge: es uno de los pocos recursos de ocio en tiempos de covid-19.

“Se hace así por sistema, todos los años, y es algo que no entendemos”, clamó ayer la representante vecinal de la vertiente lenense del parque natural de Las Ubiñas-La Mesa, Auri Villar. Según explicó, la carretera del puerto de La Cubilla se cierra con la primera “gran nevada” del año y permanece sin paso de vehículos hasta bien entrada la primavera. “Lo habitual es que pase la máquina en mayo, pero creemos que este año deberían de hacer una excepción”, aseguró Villar.

Una excepción “necesaria”, apunta. En primer lugar, porque el invierno ha sido duro y son muchos los ganaderos que tienen que acercarse a sus cabañas y sus fincas para asegurarse de que todo está bien: “Aunque la temporada de pastos aún no ha empezado, tienen que preparar todo para cuando suban el ganado”. Esta carretera da acceso a pastizales lenenses y también al puerto de Pinos (León), donde el Ayuntamiento de Mieres tiene terrenos para sus productores.

Es un problema que “enerva” a los vecinos de la zona y que tiene, argumentan, muy fácil solución. “A estas alturas del año, ya en primavera, lo único que queda es un poco de nieve en el alto El Palo (La Cubilla). También hay algunas piedras y argayos que tienen que ser reparados, pero son obras menores que tendrían que empezar a abordarse ya”, destacó Villar. Y añadió: “Quieren que nos vendamos como un paraíso natural, pero luego todo son trabas para los que estamos aquí y para los que vienen a visitarnos”.

Y no es baladí esta última parte. Porque los turistas se han incrementado exponencialmente durante la crisis sanitaria del covid-19: “No hay muchas alternativas de ocio, y una salida al monte puede ser el mejor plan. Muchos llegan andando, pero otros quieren acercarse en el coche y se encuentran con el puerto cerrado... es una desatención absoluta hacia este parque natural, que tiene recursos naturales y paisajísticos para ser un referente en toda España”, señalan los vecinos.

No es la única queja que hacen llegar al Principado. En repetidas ocasiones, han reclamado una mejora en la señalización, tanto en los pueblos como en el monte, para reforzar la red de senderos. Hace unos días, el Principado anunció la publicación de unos dípticos con rutas por el parque natural: por Lena, Quirós y Teverga. Una guía para no perderse -o sí, pero a propósito- por Las Ubiñas.

“Llenazo” en Peña Mea: vecinos de Pelúgano (Aller) piden más señalización e impulsar el entorno por el “tirón” del monte

“Llenazo” en Peña Mea todos los fines de semana y festivos. Esta ruta, entre Aller y Laviana, es una de las más transitadas por senderistas de toda Asturias. Y el recorrido suele comenzar en el pueblo allerano de Pelúgano. Es allí donde algunos vecinos han alzado la voz: “Necesitamos mejor señalización, en el pueblo y por el monte. Y también aprovechar el ‘tirón’ que tiene ahora la ruta para hacer una buena promoción de nuestros recursos”, señalan. Y esa buena promoción, apuntan, debe empezar ya: “Estamos casi en verano, la época de mayor afluencia de turistas en el concejo de Aller”. Lo primero, adecentar el pueblo: “Se forman atascos y hay problemas con el estacionamiento. Pedimos al Ayuntamiento que mejore las plazas y el aprovechamiento de los espacios, a través de la señalización de los aparcamientos”. También el monte: “Es una ruta muy cuidada, la de Peña Mea, pero tiene que señalizarse mejor para evitar problemas a los visitantes. Además, en nuestro entorno, hay otros muchos recursos que podrían ser explotados aprovechando el ‘tirón’ que está teniendo la zona en los últimos meses”, afirmaron. Un “tirón” estrechamente ligado a la crisis sanitaria del covid-19. “Desde que se acabó el confinamiento, el pueblo se llena de coches todos los fines de semana. Creemos que tenemos que hay que sacar algo bueno de todo lo malo que estamos pasando, y eso bien puede ser mejorar el atractivo turístico”, concluyeron.

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