El oso está ya muy cerca de asentarse en el parque natural de Redes. Los responsables del Gobierno regional aseguran que “cada vez son más frecuentes” los avistamientos de plantígrados en la zona aunque, por el momento, no se tiene constancia de la presencia de familias (osas con crías). Éste sería ya un “paso definitivo” para la recuperación de la especie: los osos volverían a un espacio, entre las poblaciones oriental y occidental, que llevaba “décadas en blanco”.

El director del espacio protegido, Luis Fernández Sierra, afirmó que “la entrada de osos machos es relativamente frecuente”. Esto significa que “hasta el parque de Redes llegan osos itinerantes”. Plantígrados jóvenes, machos, que exploran nuevos territorios en búsqueda de alimentos. Es el primer paso para un asentamiento de la población que se prevé “muy cercano”, pero para el que no hay un plazo definitivo: “La naturaleza no sigue un calendario”, afirmaron desde el Principado.

Un camino que ya recorrieron otros territorios. Hace algo más de una década, aparecieron los primeros osos machos en la vertiente lenense del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. Vecinos de Tuiza de Arriba alertaron de avistamientos e, incluso, se produjeron daños en colmenas. Actualmente, según la dirección del espacio protegido de la comarca del Caudal, ya hay población asentada: al menos, dos osas con crías fueron censadas en el último control elaborado desde el Principado.

Lo mismo está ocurriendo, aunque más despacio, en el concejo de Aller. Tanto este municipio como Lena forman parte del conocido “corredor interpoblacional”: el territorio que une las poblaciones orientales y occidentales. Durante décadas fue solo eso, un “puente” para los plantígrados que cruzaban de un extremo a otro de la Cordillera. Ahora, también en Aller, hay osas con crías que hacen del concejo territorio osero.

Los municipios del corredor interpoblacional, a los que se suman otros territorios de León, fueron escenario de varias campañas de recuperación de la especie. Una de ellas, financiada a través del programa europeo Life y ejecutada por la Fundación Oso Pardo, recibió un galardón de la Unión Europea.

Huellas en el parque de Redes.

Fue una campaña completa para la recuperación de la especie y la sensibilización de los vecinos. La Fundación Oso Pardo plantó frutales con un doble objetivo: dar cobijo y servir de alimento para los plantígrados. La entidad repartió pastores entre los apicultores del “corredor interpoblacional” y ofreció charlas en escuelas para sensibilizar a los más pequeños.

Misión cumplida en el Caudal. En la comarca del Nalón, concretamente en Redes, también se desarrollaron algunos proyectos, aunque de menor envergadura. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes ejecutó una plantación de árboles e instaló cámaras de vigilancia para controlar el paso de plantígrados. Se desarrollaron otros proyectos desde el Principado pero, hasta hace algo más de un año, no se había tenido constancia del paso habitual de los osos.

La noticia de la presencia de los plantígrados no llegó exenta de polémica. De hecho, los ganaderos de Redes denunciaron hace unos meses la llegada de un ejemplar al que bautizaron como “oso llocu”. Afirmaron que había atacado varias ganaderías y a la fauna salvaje. Extremo que negaron los conservacionistas y el propio Gobierno regional, tras abrir una investigación en la zona para estudiar lo ocurrido.

Más allá de las críticas puntuales, la llegada de los osos a los territorios de las Cuencas supone un revulsivo para el turismo en la zona. En Lena, antes de declararse la crisis del covid-19, ya había empresas interesadas en ofertar visitas guiadas para avistar osos. Además del atractivo de la propia especie, suponen una suerte de “sello de calidad” para el medio: donde hay plantígrados, afirman los expertos, hay riqueza natural y paisajística. Por el momento, en Redes, no está previsto ningún plan especial para acelerar el asentamiento de familias oseras.