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Fallece, a los 100 años, Diamantina Rodríguez

Referente para las jóvenes intérpretes actuales de tonada, en 2002, recibió la medalla de Asturias

La legendaria Diamantina Rodríguez, nacida en Quirós. LNE

Diamantina Rodríguez, “la voz de oro de la tonada”, falleció anoche en una residencia de Noreña a los cien años de edad. Mierense de corazón y quirosana de nacimiento (Vil.laxime, Quirós, 1920) se convirtió en una de las intérpretes históricas de la canción asturiana y rompió el mito de que la tonada era para los “chigres” y para los “paisanos”. Grabó su primer disco en 1969. Referente para las jóvenes intérpretes actuales de tonada, en 2002, recibió la medalla de Asturias, en la categoría de plata, en reconocimiento a su trayectoria artística y su contribución al patrimonio musical asturiano.

Siempre modesta, en una entrevista con este diario aseguró, refiriéndose a la publicación se su primer disco, que su técnica aún no estaba lista: "Tenía que haber esperado a ser más veterana. Pero en casa hacía falta, mi marido ganaba 2.000 pesetes en Fábrica de Mieres".

Directa, sincera. Menos mal que se lanzó, porque fue todo un referente para el movimiento de mujeres que actualmente buscan renovar el género: Anabel Santiago, Marisa Valle Roso, Liliana Castañón y Rosario González, entre otras. En 1948 ya había ganado su primer concurso de tonada, organizado por "Región", aunque le gustaba más subirse a los escenarios fuera de competición. Fue la presidenta de honor del Concurso de Tonada "Cuenca del Caudal", que organiza la Asociación de Vecinos de Rioturbio en colaboración con el Ayuntamiento de Mieres.

Después de aquel disco de 1969, llegó todo lo demás. Un legado impagable. En 1971 dedicó un trabajo al cancionero de Eduardo Martínez Torner. "La verde Asturias" o "Canciones asturianas" son otras de sus obras, entre las que destacan canciones que forman parte de la historia de la música asturiana: buen ejemplo son los temas "Mariñana" o "A la madre de los mineros". Decía que se sentía "muy admirada y querida por el público". También por la crítica y la prensa: "Todo el mundo me ha animado". Y ella que nunca se paró, que rompió techos de cristal cuando el término aún no existía.

En 2002, la cantante recibió la medalla de Asturias que concede el Gobierno del Principado. Lo hizo en la categoría de plata, como reconocimiento a su trayectoria artística y su contribución al patrimonio musical asturiano. No admirarla es imposible.

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