La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Alcaldesa pide agilizar los trámites para abrir Barros como centro neurológico

La regidora reclama acelerar las certificaciones pendientes para que el Credine retome su “objetivo original” cuando se supere la pandemia

Las instalaciones del centro neurológico de Barros. Juan Plaza

Miguel Á. GUTIÉRREZ

La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, demandó que el Centro de Referencia para personas con Discapacidades Neurológicas (Credine) de Barros retome la finalidad para la que fue creado y pasa a atender pacientes neurológicos de “forma automática”, una vez que la pandemia de coronavirus quede atrás. Arbesú se suma así al SOMA-FITAG-UGT, que hace un mes instó a aprovechar la “inercia” de la apertura del complejo –que funciona desde hace un año de forma provisional para atender a pacientes de covid– y que “no se cierre” una vez que esté contenida la pandemia.

El complejo no acoge pacientes de covid desde hace unas semanas, aunque podría volver a hacerlo de nuevo si la evolución de la pandemia y la demanda asistencial así lo requiriesen. “Lo que pedimos, y estamos de acuerdo en ello con el planteamiento del SOMA, es que una vez que se supere la crisis sanitaria el centro retome la actividad de forma ágil como complejo neurológico, que fue el fin para el que fue creado”, indicó Carmen Arbesú.

La regidora langreana fue más allá y pidió que se pongan ya en marcha los trámites administrativos pendientes para hacerlo: “Por las noticias que tenemos todavía quedaban por cerrarse algunas evaluaciones y certificaciones. Y pensamos que se pueden ir haciendo para adelantar camino e ir preparando la apertura como centro neurológico”. “Siempre, eso sí”, matizó la alcaldesa, “cuando la pandemia esté superada y las circunstancias ya permitan recuperar los objetivos originales” del centro.

Acondicionamiento

Arbesú se suma de esta forma al posicionamiento de SOMA-FITAG-UGT, que demandó proceder a la apertura del centro, una vez que pase la crisis sanitaria y con un período mínimo de acondicionamiento. El secretario general del sindicato, José Luis Alperi, apuntó que “la problemática del Credine de que no se podía poner en marcha porque había no sé cuántas trabas administrativas se vio que no era tal porque se puso en marcha. Pues bien, una vez que se ha puesto en marcha, no lo cerremos. Cuando ya no sea necesario para ingresos covid, que se cambie automáticamente para ingresos de pacientes para lo que fue diseñado. Que se encadene una cosa con otra”, argumentó el responsable sindical, para añadir a continuación: “Hay que aprovechar esa inercia. Con todas las dificultades que pasamos para que abriera sería una aberración volver a echar el candado cuando pase la pandemia y que la gente que lo necesita para lo que realmente se montó se quede sin esa atención”.

El equipamiento de Barros fue habilitado a finales de marzo del pasado año para recibir a pacientes de coronavirus. El día 22 ingresaron los tres primeros afectados en el centro, que abría de esta forma sus puertas tras ocho años de espera con un destino diferente al que estaba previsto, el de centro de referencia estatal para personas con discapacidades neurológicas. En pocos días ya superó el medio centenar de ingresos.

El complejo, que dispone de 60 habitaciones con baño individual, acogía en principio a personas positivas del nuevo coronavirus que estaban asintomáticas o presentaban un estado leve de la enfermedad y que no podían permanecer en aislamiento en sus domicilios o en centros sanitarios. Posteriormente también empezaron a llegar pacientes de brotes detectados en geriátricos.

Plantilla

El centro había contratado a los primeros trabajadores para la puesta en marcha del centro de día, y después la residencia, pero aún no se había fijado una fecha. Las obras comenzaron en 2009 y, según los plazos iniciales, tendría que estar abierto en 2012. Tras varios problemas, entre ellos el concurso de acreedores de la adjudicataria de la obra, finalizó en 2017.

El personal sanitario que desarrollaba su labor para atender a pacientes de covid en el centro ha sido derivado de forma provisional al Hospital Valle del Nalón para reforzar la plantilla del complejo sanitario comarcal. El centro de Barros está acogiendo actualmente consultas de rehabilitación, aunque está en disposición de volver a retomar su actividad como centro de atención covid “en cualquier momento” si así se demanda por la evolución de la pandemia.

Compartir el artículo

stats