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Más del 25% de las viviendas públicas de Asturias siguen teniendo cocina de carbón

Unos 2.500 pisos de Vipasa aún equipan estas calefacciones | Las Cuencas, donde los inquilinos son más reticentes al cambio energético

Trabajadores en las obras de transformación del barrio de San José, en Lada. | L. M. D.

Las minas y las centrales térmicas cierran, España pasó en 25 años de producir un 42% de su energía con el carbón a tan solo el 2%. La transición energética está casi terminada... excepto en el parque público de viviendas. Las chimeneas aún humean negras en Asturias. Una cuarta parte del total de pisos de Vipasa (Viviendas del Principado de Asturias) tienen cocina de carbón, según los datos oficiales de la Administración regional. La compañía Nortegas ha llegado a un acuerdo con el Principado, y otras entidades, para modernizar el suministro de energía en las viviendas de protección oficial. Es una medida que solo se llevará a cabo con el acuerdo de inquilinos o propietarios.

Hablando en cifras. Actualmente, la entidad Vipasa cuenta con un total de 9.576 casas y pisos en la región. Más de 2.500 conservan la cocina de carbón, según el último censo elaborado por el Gobierno regional. El acuerdo con Nortegas, explicaron fuentes del grupo empresarial, “forma parte de nuestro programa de cercanía social”. La modernización del suministro energético en inmuebles de Vipasa recibe ayudas que, “en una actuación de gasificación tradicional, no se ofrecen”. No hablan de plazos. “Las actuaciones se llevan a cabo siempre que quieran las personas que están en las viviendas de protección”, explicaron. Pero matizaron, a renglón seguido, que la empresa “cumplirá las condiciones acordadas con el Principado y otras organizaciones siempre que se solicite esta renovación en el sistema de suministro energético”.

Hay otras ventajas, siempre según Nortegas. La instalación de gas -propano o natural- supone un ahorro en el consumo de un 15 por ciento frente al carbón. Las emisiones se reducen en cerca de un 25 por ciento. Estos datos fueron ofrecidos por Izaskun Gorostiaga, Chief Commercial Officer de Nortegas, en la presentación del proyecto para la gasificación de Campomanes. La compañía cuenta con 10.205 puntos de suministro en la comarca del Caudal. Otros 15.540 en la comarca del Nalón. Un total de 27.745 viviendas que obtienen la energía a través de gas propano o natural. Un número que seguirá creciendo. Sobre todo, a medida que avance la “modernización” energética de las viviendas de Vipasa. Una actuación que comenzó hace ya unos meses, dentro del acuerdo anteriormente citado: “Ha tenido muy buena acogida”, explicaron desde la compañía.

Pero no siempre, reconocen. Donde más reticencias hay para dejar el carbón es, como no podía ser de otra forma, en las Cuencas. Especialmente, entre los vecinos más veteranos. “La inmensa mayoría de viviendas sociales antiguas en las comarcas del Nalón y el Caudal mantienen la cocina”, explicaron fuentes regionales. No hay un censo público de las cocinas de carbón que quedan en Asturias, pero sí una cifra que estima la caída de estas instalaciones: unos 3.000 vecinos conservan el “vale” de carbón de Hunosa, frente a los más de 8.000 que se han vendido ya. El “vale” del carbón, también nombrado “la papeleta”, es un derecho de trabajadores, extrabajadores y viudas de Hunosa por el que todos los meses reciben carbón para garantizar su suministro energético.

El cambio de estas instalaciones no son las únicas modernizaciones que se están llevando a cabo en el parque público de vivienda en las Cuencas. En Lada está en obras la reforma integral del barrio San José, el primer proyecto de los fondos mineros que se puso en marcha. Entre sus objetivos está precisamente la mejora de la eficiencia energética de estas casas.

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