Los jugadores de L’Entregu acudieron el pasado domingo hasta la capital avilesina para jugar contra el Real Avilés, un encuentro que se saldó con empate (1-1), pero que acabó con polémica por el trato que se ofreció tanto a la afición del club entreguín como a la propia directiva, que fueron colocados en el fondo del campo y sólo les permitieron el acceso a un baño que, según apuntaron, estaba en muy malas condiciones.
El presidente de L’Entregu, José Luis Cuevas, aseguró ayer que “estamos muy disgustados con el trato que dieron tanto a la afición como a la directiva del club, con un único servicio para hombres y mujeres y tampoco podíamos acceder al servicio de barra”. Cuevas no quiso ir más allá en sus quejas, pero sí ahondaron algo más los aficionados que acudieron, que fueron entre ochenta y un centenar de personas. “Había una fatal total de higiene en el baño, ni siquiera tenía un lavabo para poder limpiar las manos”, comentaba ayer una aficionada, asegurando que “no hay derecho”. Los visitantes fueron colocados en el fondo del campo, a unos 150 metros de la otra portería, a pesar de que, como apuntaron, “la otra grada estaba vacía”.
Algunas de estas quejas también contaron con el respaldo de la propia afición del Real Avilés, desde la que se trasladó a la de L’Entregu “que no era normal cómo nos trataron”. Tal y como ha podido saber este periódico, a pesar de que ya ha habido más partidos en el campo del Avilés, era la primera vez que ocurría esta situación, que incomodó a los forofos del equipo de El Entrego.
