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Los ganaderos, hartos: el lobo mató a casi un centenar de animales en el Llosorio

La asociación de profesionales afectados denuncia que el Principado adeuda las indemnizaciones por los daños de todo el año 2020

Caballos en el entorno del monte Llosorio, en Mieres. | LNE

Una manada de lobos está desgarrando a la cabaña ganadera del monte Llosorio, situado entre Mieres, Riosa y Morcín. Los profesionales afirman que sólo en esta estribación los cánidos han acabo en lo que va de año 87 animales, sumando muertes y desapariciones. “Sólo en los últimos once días han matado a tres potros y otros cuatro han desaparecido”, explican los afectados. Exigen al principado que pague los daños con urgencia y que proceda al control de esta manada, compuesta según los vecinos por cuatro lobos que realizan batidas de caza, todo indica, desde la sierra del Aramo.

La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) denuncia que el sector se siente “indefenso”. Recalcan que las indemnizaciones por las pérdidas de 2020 aún no se han pagado. Y son muchos los gastos que el lobo está generando a los profesionales del sector primario. “En mi caso he perdido recientemente siete corderos y me han herido una perra”, explica Chus García, portavoz de Agall.

Los ganaderos exigen al Gobierno del Principado que controle a la citada manada de lobos antes de que acabe de destrozar a la cabaña del monte Llosorio. “Los lobos no tienen culpa de nada, ya que tienen que comer. Es el Principado el responsable de controlar las poblaciones y de hacer posible la convivencia de la especie con la actividad ganadera”, apuntan desde Agall. El colectivo no entiende que la Administración regional se muestre incapaz de mantener a raya a cuatro lobos. “Si como parece son incapaces de lograr echarlos del territorio lo que pedimos es que no faculten a nosotros para poder actuar”, manifiestan los responsables del colectivo.

La Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu pide, además, la dimisión del consejero de Desarrollo Rural, Alejandro Calvo. “Así es imposible convivir con el lobo”, remarcan desde Agall. La gestión del lobo en los montes asturianos incluye un mapa con las zonas de distribución de la especie. El Llosorio está registrada como lugar libre de lobos. Es decir, es labor de la Administración espantar o abatir los cánidos que entren en el monte. Pero, según denuncian desde Agall, “siguen matando en este monte y no hay ningún control en el lugar”. El sector alerta de que las pérdidas a nivel comarcal son “inasumibles”

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