El nuevo ordenamiento urbano de Mieres ya tiene la que debería ser su forma definitiva tras casi dos décadas de procedimiento administrativo. El trámite previo a su aprobación política ya está en marcha, aunque la entrada en vigor del esperado documento aún deberá esperar, en el mejor de los casos, hasta principios de 2022.
La concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible que dirige Delia Campomanes, informó ayer de que la Junta de Gobierno ha aprobado sacar a licitación la consultoría y asistencia técnica del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y de su catálogo. La diligencia habilitará igualmente el trámite ambiental y la prestación de servicio de la información pública en las distintas fases.
“Se trata de una contratación importante ya que supone contratar la asistencia para el desarrollo de toda la tramitación que queda hasta la aprobación definitiva del plan”, explicaron ayer los portavoces del gobierno municipal de IU. Esta licitación, que en los próximos días saldrá publicada en la Plataforma de Contratación del Sector Público, cuenta con un presupuesto previsto de 313.000 euros más IVA (unos 380.000 euros) y “permitirá contar con la asistencia y el apoyo técnico necesario para impulsar este importante documento que sienta las bases sobre las que debe asentarse el desarrollo del concejo durante los próximos años”.
Según consta en los pliegos, la primera fase de trabajo que se desarrollará, con un plazo previsto de seis meses, se centrará en “analizar los informes recibidos durante la coordinación interadministrativa y poner en marcha todos los trámites y actualizaciones necesarios para la aprobación inicial del documento”. Tras esto vendría el estudio y la contestación de alegaciones, el documento para la aprobación provisional y, finalmente, la documentación necesaria para la aprobación definitiva del PGOU de Mieres.
“Esta licitación supone abrir una fase importante en la tramitación del Plan General de Ordenación Urbana de Mieres, que encontró obstáculos importantes en su desarrollo. Un camino complicado que ha podido reconducirse y que lleva ahora a la fase clave de la tramitación con su próxima aprobación inicial”, apuntan desde el área de Urbanismo.
El ordenamiento urbano de Mieres se ha gestado a lo largo de tres décadas, ya que el trabajo inicial comenzó alrededor de 2004. Lo dilatado del plazo define por sí mismo lo tedioso y caótico del proceso administrativo. Todos los plazos se han dilatado en el tiempo, con problemas de todo tipo. Así, ya han pasado dos años desde que la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) dio dado luz verde al Plan General de Ordenación Urbana de Mieres. Un total de 17 entidades más remitieron al Ayuntamiento informes favorables. Así, concluido el periodo de consultas nadie puso pegas significativas al documento. Con todo, la concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible ha tenido que abordar una serie correcciones menores, como cambios de nomenclaturas y otros tecnicismos, para proceder a su revisión final.
Los imprevistos
La gestación de la nueva normativa urbanística para Mieres ha conllevado un farragoso proceso de más de tres lustros, en los que se ha pasado desde por quiebra de la empresa redactora hasta por alegaciones iniciales de la CUOTA, que conllevó que el documento inicial tuviera que volver varias veces a revisarse y redactarse. El Ayuntamiento tuvo que cambiar el catálogo de edificios protegidos.
IU dijo hace diez años el PGOU necesitaba revisarse. En teoría, la anterior administración socialista lo había dejado cerrado, pero el documento no contentó a los actuales responsables municipales. En este tiempo, barrios muy deteriorados como el de Requejo, llevan años a la espera de una norma urbanística que aclare si se apuesta por la conservación del barrio o se autoriza su transformación.
