La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un polígono que hace aguas

Los empresarios del parque de Fábrica de Mieres exigen la limpieza del canal del río, del que ya han tenido que extraer toneladas de tierra

Por la izquierda, Ignacio Lorenzo, Jaime Fariñas, José María Rebanal y Ángel Ballesteros, junto al canal, con la tierra recientemente extraída del mismo al fondo. | D. M.

Los empresarios del polígono de Fábrica de Mieres están metidos en medio de un cenagal burocrático que amenaza con inundar parte de las naves del parque, concretamente las más próximas del canal del arroyo de La Rebollada. Los propios industriales han tenido que sacar del estrecho cauce toneladas de sedimentos para facilitar el paso del agua. Ni la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ni el Ayuntamiento de Mieres asumen la competencia de la limpieza del río.

“Esto es una vergüenza. Hidrográfica nos dice que debe ser el ayuntamiento quien asuma las tareas de limpieza y desde el ámbito municipal defienden lo contrario”, explican los portavoces de la asociación del polígono mierense.

Una de las zonas obstruidas de la canal

El problema radica en que la falta de mantenimiento de la canal ha provocado que la acumulación de tierra y maleza prácticamente haya obstruido un tramo de unos 200 metros de longitud. “Cuando llueve el cauce de desborda. Es una situación insostenible”, apuntan los afectados.

Los empresario afirman que debería ser CHC quien asumiera la limpieza el arroyo. Ahora bien, no eximen de responsabilidad al Ayuntamiento: “La administración local debería haber asumido un papel mucho más activo a la hora de reclamar que se abordará una actuación en el río”.

CHC ha llegado a visitar la zona. En un informe recogen las deficiencias detectadas. Los técnicos estatales indican que en la zona es necesario un “desbroce para despejar la franja de terreno aledaña al canal, incluyendo el corte de zarzas y arbolado, con carga y transporte a vertedero”. Más importante es la necesidad de “limpieza y retirada de materiales sedimentados en la traza del canal”.

De momento, son los propios empresarios del polígono los que se están encargando periódicamente de extraer tierra del canal. La última vez fue hace tan sólo unos días. Dos pequeñas montañas de estériles aún permanecen junto al cauce: “Es una molestia y un gasto que no deberíamos asumir nosotros”, señalan los industriales.

El problema que arrastra la corriente del canal no es el único foco de quejas de los empresarios: “El Ayuntamiento no recoge la basura. Estamos totalmente abandonados”, indican los responsables de la asociación. Además, subrayan que el polígono no tiene fibra óptica: “En estas condiciones es muy difícil trabajar”. La actuación que se acometerá con fondos mineros para mejorar la conexión a internet en Fábrica, Baíña y Vega de Arriba no será adjudicada hasta final de año en el mejor de los casos. El servicio no se activará hasta 2022.

Compartir el artículo

stats