Una educación de dos velocidades, en la que unos centros disponen de transporte escolar adecuado a los nuevos horarios reducidos que se ponen en marcha en junio, y otros colegios que no pueden tener este transporte y que, por lo tanto, se ven obligados a alargar la jornada. Este es el caso de los colegios El Parque, de Blimea, y El Bosquín, de El Entrego. Los padres están reclamando a la Consejería por esta discriminación, ya que hay que tener en cuenta también que en junio no hay servicio de comedor. Habrá niños pequeños que “salgan de casa a las ocho y media de la mañana y lleguen más tarde de las tres, sin comer”, más allá del “pinchu” del recreo. La situación afecta tanto a los profesores, como a los familiares. Desde la AMPA (Asociación de Madres y Padres) de El Bosquín son claros: “No es normal que nos digan que no hay autobuses para hacer estos servicios”, denunciaron las familias.

Cintia Fernández, secretaria de la AMPA de El Bosquín, destacó que “se ha intentado llegar a una solución. Se habló con el Consorcio de Transportes, con las empresas, con la Consejería de Educación. Pero no se ha solucionado nada”. Así, los niños de estos dos centros seguirán teniendo clase hasta las 14 horas. El transporte no llegará al menos hasta las 14.30, como mínimo, porque tiene que hacer los servicios para otros centros. Los profesores deberán cuidar a los niños este tiempo, y además, en junio no hay comedor. “Nos sentimos abandonados, nadie da soluciones, y lo que se ha hecho es que en unos centros sí se aplicará, y en otros, los que quedamos sin transporte, pues no”.