El Ayuntamiento de Mieres lleva desde 2015 esperando un pronunciamiento judicial definitivo y firme sobre si la licencia concedida al refugio ganadero del puerto Pinos es legal. Esta maciza construcción de piedra que se encuentra en el alto de La Cubilla es desde hace décadas el símbolo de la existencia de un extenso pastizal de propiedad asturiana situado en suelo de León. Los ganaderos mierenses exigen al Ayuntamiento que ponga los medios necesarios para abrir el complejo. “Sentimos que las administraciones de León están mucho más cerca de sus ganaderos. De nosotros no parece ocuparse nadie”, critican los portavoces de la cabaña asturiana desplazada a Pinos.

El Juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de León, tras la denuncia de la Asociación Montaña de Babia y Luna, dictó en 2018 el cierre del refugio Casa Mieres. La sentencia apunta que las instalaciones, sin actividad desde 2015 –salvo unos meses– por voluntad del gobierno mierense ante el procedimiento judicial, no cumplen con la legalidad porque están en territorio del parque natural. Además de la ausencia de licencia válida, el fallo apela también a la falta de competencias administrativas de Mieres fuera de su territorio. Se determina que el Consistorio mierense «viene desarrollando una actividad hostelera -restaurante y refugio de montaña-para la cual no cuenta ni ha contado nunca con una autorización urbanística ni ambiental». El fallo está recurrido.

Los ganaderos mierenses piden al Ayuntamiento que, a la espera del dictamen judicial definitivo, busque una fórmula que permita la reapertura provisional de Casa Mieres. A su entender, al recinto cumpliría las normativas si se restringe su uso al ámbito ganadero: “De momento, el problema está en que no se puede hacer un uso hostelero del inmueble, pero como refugio para profesionales puede funcionar”.

El sector considera que la reapertura de Casa Mieres es importante para la gestión de este gran pastizal, que este verano reúne a 1.488 animales provenientes de Mieres y pertenecientes a 119 explotaciones. “Con la instalación cerrada esto es un páramo”, señalan los ganaderos: “Hemos perdido nuestro punto de encuentro, donde podíamos vernos para compartir inquietudes y problemas para buscarles solución”.

Con todo, en Pinos se están produciendo avances. El Consistorio mierense controlará este año las reses adscritas a las parroquias de Babia que hagan uso de este monte. Se trata de un seguimiento imprescindible para poder evitar que rebaños sin derecho de uso accedan a los montes propiedad de Mieres. El requisito necesario era poder contar con una relación de las ganaderías leonesas autorizadas a soltar sus animales en Pinos, un registro que durante décadas se le ha negado al propietario de los terrenos. Conseguida la lista el año pasado finalmente a través de la Junta de Castilla y León, la guardería velará por mantener fuera de Pinos al ganado sin autorización.