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Los ecohuertos germinan en Mieres

Hasta 15 sembrados saludables ya están en funcionamiento en colegios, equipamientos de atención especial y centros sociales

Piedad González, en primer término, explica el trabajo que se realiza en el ecohuerto. | D. M.

–No hay nada como ver crecer algo que has plantado tú y que has cuidado con mimo, aunque sea para luego comértelo.

Los usuarios del centro día de Turón se han criado en su mayoría entre huertas, pero ahora disfrutan del cultivo de manera terapéutica. En el patio trasero de esta acogedora instalación asistencial han sembrado un vergel que les abaste de sanos alimentos y, en más cantidad aún, de un plácido entretenimiento con enormes connotaciones positivas para la salud física y mental.

Por la izquierda, Arcadio Zapico, Arterio Fernández, Felipe Morán y Manuel Castrillón, ayer, junto a uno de los sembrados. | D. M.

El Ayuntamiento de Mieres activó en 2006 un programa de vida saludable vinculado al desarrollo de ecohuertos. El primer paso fue organizar visitas a un vivero situado precisamente en Turón. Aquella iniciativa destinada al ámbito escolar ha germinado y los frutos pueden ahora paladearse. Hasta 15 ecohuertos tiene activos actualmente el Consistorio entre colegios, centros de atención especial y complejos para mayores. Además, el sembrado habilitado en la Mayacina sirve de pilar central del proyecto. “Desde el inicio el avance ha sido increíble, con un gran beneficio para las personas que disfrutan de esta terapia”, destacó ayer la concejal de Servicios Sociales, Teresa Iglesias.

La labor desarrollada en el centro social de Turón ilustra el éxito del programa. El centro de día cuenta con 28 usuarios. La mayoría colaboran con alguna de las numerosas tareas que conlleva el mantenimiento del huerto. “Al principio traía cucho de mis vacas, pero ahora ya no tengo”, explica con humor Piedad González. A lo largo de los últimos años el sembrado ha evolucionado, y el montón inicial de tierra se ha convertido ahora en un amplio jardín repleto de lechugas, cebollas, tomates y numerosas legumbres. Se han instalado bancos, semilleros y robustas traviesas de madera para delimitar los cuidados espacios. Al final, con todo, lo esencial no cambia: “Lo más importante es tener buena tierra”, explican los veteranos agricultores.

“Este espacio no sólo beneficia al centro de día, además hace el lugar más acogedor para todas las personas de la comunidad que se pasan por el centro”, explica Enedina García, directora del complejo. Ahora bien, el objetivo primordial es mejorar la calidad de vida de los usuarios del centro. Son muchos los beneficios, empezando por los cognitivos: “ Este tipo de trabajos ayudan en la orientación temporal por la estación del año a través del propio calendario de la huerta. También sirve para distinguir los diferentes tipos de plantas y escoger los productos que se necesitan para una receta concreta. No menos relevante es la estimulación sensoriales y la motricidad fina, sin olvidar que promueve la actividad física general”, destaca García . El simple gesto de apretar la tierra en su justa medida en el momento de la siembra es un acto que promueve la salud. En Turón, la tierra y los mayores se cuidan mutuamente.

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