El juicio por el crimen de La Felguera entra el lunes en otra fase, con el inicio de la pericial, en la que comparecerán 26 forenses, facultativos y agentes. Este viernes declararon los últimos testigos, como el enésimo amante de Marta Rama, un técnico de mantenimiento que acudía a la panadería de la acusada a comprar la comida. “Me enrollé un par de veces con ella en la panadería, besos y tocamientos, nada de sexo”, dijo. Marta Rama negó vehementemente con la cabeza –el único gesto que se le ha visto a lo largo del juicio–, mientras miraba a la prima de su madre. Estaban convocados los padres y la hermana de la acusada, que se acogieron a su derecho a no declarar. También el padre de la víctima, que no pudo ser localizado.

Sí acudieron dos agentes de la Policía Judicial que se incautaron de nueve plantas de marihuana y cierta cantidad de polen de hachís en el piso de Iván Castro. Fue la propia Marta Rama quien les informó sobre esa droga, quizá para abonar la tesis del ajuste de cuentas. A preguntas del letrado de Rama, Sergio Herrero, uno de los agentes explicó que ya conocía a Castro de cuando fue investigado en 2003, con 17 años, en relación con el llamado “crimen del bate”. El fiscal Fernando Laserna, que acababa de llegar a Langreo cuando ocurrió ese homicidio, se sintió en la obligación de repreguntar para aclarar que Castro había resultado exonerado, aunque tuvo que pasar un tiempo en el centro de menores de Sograndio. Su hermano mellizo se mostraba dolido después de la vista, al considerar que se estaba tratando de presentar a Iván como una persona violenta, con el fin de justificar el supuesto miedo que movió a los acusados.

Pero de violencia, nada. “Los vecinos decían que no daban problemas”, aseguró un agente, al que le constaba no obstante que en 2011 ella había denunciado a Iván. A los agentes no les acababa de cuadrar la actitud de Rama: “Nuestra impresión era que sabía algo más de lo que nos estaba contando”.

Fue a este mismo agente al que llamó por teléfono una desquiciada Marta Rama el 28 de junio de 2018, asegurándole que se sentía vigilada y que había personas raras por el entorno. Llorosa, con voz trastornada, le preguntaba: “¿Qué son, compañeros tuyos? Me da mucho miedo”. Claramente, trataba de sonsacarle.

También declaró una amiga de Marta Rama, según la cual Nelson estaba enamorado de Marta, pero no al revés. “Le sacaba beneficio, la ayudaba en la panadería y le daba regalos: un coche, ropa, unas botas UGG...”, comentó. No sabía de la existencia de Iván Castro. Dejó a todos atónitos con una flagrante contradicción: “Para mí no eran pareja, nunca vi nada raro (...) Sí sabía que vivían juntos, les ayudé con la mudanza”.