Fue en el verano de 2018 cuando una joven denunciaba ante la Guardia Civil que acababa de ser violada por un amigo de su padre. Aquellos hechos, que sucedieron en Turón y conmovieron a la sociedad mierense, acaban de ser juzgados. La Fiscalía del Principado de Asturias solicita al juez la condena de 10 años de prisión, entre otras penas y medidas, para el acusado de agredir sexualmente a la joven a la que llevó a su casa bajo engaños. La vista oral se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo.
El Ministerio Fiscal sostiene que, sobre las 21:00 horas del día 15 de agosto de 2018, la víctima, que entonces contaba con 24 años, se dirigía a su casa, en el municipio de Mieres, cuando se encontró con el procesado, de 40 años. El acusado era amigo de su padre y coincidía con la joven en ocasiones en un bar cuando acudía con su progenitor al local. No tenían ninguna relación. En ese encuentro, narra el fiscal, el procesado se dirigió a la víctima, diciéndole que fuera con él a su domicilio a recoger algo que tenía para su padre. Así, la joven aceptó ir a la casa, en la que nunca había estado. Una vez en el interior del domicilio, el procesado se puso violento y le dijo: “Qué buena estás, hija de puta”.
A continuación, sin que ella se lo esperara, la cogió con fuerza por la muñeca derecha y la llevó hasta un dormitorio. La joven hizo fuerza para liberarse, sin éxito, y le dijo que no quería ir en varias ocasiones. Ya en la habitación, el procesado la agredió sexualmente. Fue interrumpido por su hijo, menor de edad, que entró en el dormitorio, momento que aprovechó la víctima para huir, abandonar el domicilio y acudir inmediatamente a un centro de salud. De allí fue derivada al Hospital Álvarez de Buylla, donde fue examinada. Presentó denuncia ante la Guardia Civil ese mismo día, a las 23:15 horas. A consecuencia de estos hechos sufrió distintas lesiones, tanto físicas como psicológicas.
Desde que ocurrieron los hechos, y hasta que haya una sentencia, el Juzgado de Instrucción nº. 2 de Mieres, impuso al acusado, tras declarar, una orden de alejamiento.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual y un delito leve de lesiones. Y solicita que se condene al acusado a 10 años de prisión, inhabilitación absoluta para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y libertad vigilada durante 5 años, además de participar en programas formativos, laborales, culturales, de educación sexual u otros similares. También se pide por la prohibición de aproximarse a la joven a menos de 300 metros durante 15 años y de comunicarse con ella por cualquier medio durante el mismo período. Por el delito de lesiones, también se le reclama al acusado la pena de 3 meses de multa.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el procesado indemnice a la víctima con 20.000 euros por los daños morales ocasionados y con la cantidad que se concrete por las lesiones.
