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Tierra sobre la Carisa: Asturias lleva un lustro sin investigar los restos romanos

El municipio de Villamanín financió la última campaña, el año pasado en la vertiente leonesa, pero no tiene previstos trabajos para este verano

La arqueóloga Esperanza Martín revisa los trabajos, en la última campaña en Carraceo.

Un lustro sin descubrir secretos en La Carisa. Los últimos trabajos del equipo de arqueólogos, encabezado por Esperanza Martín y coordinado por el experto Jorge Camino, tuvieron lugar en Carraceo: el tercer enclave romano, que se sumó a los campamentos de Curriel.los y L.lagüezos. Hace un año, León (a través de la Junta y el ayuntamiento de Villamanín) abanderó una investigación. Para este estío, aseguraron responsables de las administraciones de la provincia vecina, no hay nada previsto.

Tierra sobre uno de los hallazgos arqueológicos más prometedores en la región. La primera investigación en la Carisa tuvo lugar en torno al año 2005. Fue entonces cuando un equipo de arqueólogos, formado por Jorge Camino, Yolanda Viniegra y Rogelio Estrada, encabezaron la campaña que sacó a la luz el campamento de Curriel.los. Supuso toda una sorpresa: bajo la tierra del monte allerano, había un recinto romano de envergadura. Más de cinco hectáreas de extensión, con un sistema defensivo que había sido ampliado en varias ocasiones.

Una de las hipótesis manejada fue que los legionarios romanos habían estado sometidos a una fuerza hostil. Entonces, era el campamento romano descubierto a mayor altitud de toda Europa: construido a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar.

Justo enfrente, en Homón de Faro, los arqueólogos localizaron los restos de unas murallas. En un principio se barajó que podía tratarse de un poblado astur. Las pruebas de Carbono-14 resultaron sorprendentes: las murallas se construyeron en torno al siglo VII después de Cristo, una época que coincide con la invasión de las tropas de Muza. Fueron quemadas fruto, casi con total seguridad, de una negociada rendición a los invasores. No se encontraron restos de batalla.

De vuelta a la Carisa romana. En 2009, una avioneta que sobrevolaba el monte –con el objetivo de elaborar un mapa sobre las guerras en Hispania– localizó un posible recinto en L.lagüezos. Comenzó una campaña de investigación arqueológica, esta vez ya encabezada por Martín y Camino, que desveló el segundo campamento. Aún más grande, aún más defendido que Curriel.los. El campamento de L.lagüezos fue, con total seguridad, la primera gran construcción de los romanos en el territorio que actualmente ocupa Asturias. Tiene más de siete hectáreas de extensión (como siete campos de fútbol). Se hallaron evidencias de la presencia de herreros y otros artesanos, lo que podría indicar que la Carisa albergó a una formación militar de envergadura.

Reproducción del campamento de Curriel.los, en La Carisa

La multiplicidad de ocupaciones de L.lagüezos sugiere, según los arqueólogos, “una necesaria contemporaneidad” con Curriel.los. Es decir, que los dos campamentos romanos estuvieron ocupados al mismo tiempo. Dato que no es baladí. Con su tamaño, podrían albergar cada uno holgadamente a cinco cohortes: es decir, 1.600 legionarios en la Carisa. Otros estudios estiman que una legión entera (4.200 soldados) podían ocupar los recintos de mayor envergadura.

En L.lagüezos se han desarrollado varias campañas arqueológicas. En la cumbre del monte limitan los municipios de Lena y Villamanín (León). Es por eso que la provincia vecina ha financiado los últimos trabajos en el enclave: “Para este verano, por el momento, no tenemos nada previsto”, reconoció ayer el regidor de Villamanín, José Luis García. Matizó que la apuesta del municipio por la Carisa es “definitiva”: “Consideramos que es un impulso para la actividad turística en la zona. Queda mucho por descubrir”, afirmó el dirigente local.

También hay mucho por descubrir en la vertiente asturiana. Los últimos trabajos, en el año 2016, sacaron a la luz un nuevo enclave: el de Carraceo. Es de menor envergadura. Muy posiblemente, fue un punto de vigilancia para tener controlados a los posibles enemigos. No se descarta que haya más yacimientos a lo largo de la Vía Carisa.

Era la calzada romana que unía la Meseta con el puerto de Gijón (Noega). Se construyó por orden de Publio Carisio, a quien debe su nombre, que destinó a los trabajos a cientos de legionarios. Su topografía, en “zig zag” para salvar el desnivel, es aún hoy un ejemplo. Fue, sin lugar a dudas, el eje vertebrador de la gran campaña militar que desplegaron los romanos para conquistar Asturias.

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