Un voluntario de Protección Civil regula el flujo de vehículos facilitando el aparcamiento. Otros miembros del servicio municipal esperan en el acceso al centro de vacunación masiva de Mieres a que la columna de requeridos vaya poco a poco desapareciendo por las puertas del enorme ferial. Dentro, el personal sanitario distribuye a los citados hacia los puntos de vacunación, según sus singularidades. Tras una breve espera, llega la inyección y quince minutos de parada preventiva previa al abandono de las instalaciones. En total, el proceso no suele exceder de la media hora de duración. Una inmensa parte de la población mayor de 30 años de la comarca del Caudal conoce el procedimiento porque lo ha transitado. Y es que en el centro de vacunación masiva de Santullano ya se han puesto más de 50.000 vacunas.
El recinto ferial de Santullano, ubicado a poco más de cien metros de distancia del hospital de Mieres, se convirtió a finales de marzo en un centro de vacunación masiva. Transcurridos algo más de tres meses desde entonces, ya se han puesto más de 50.000 dosis contra el covid-19. El equipo sanitario contabiliza las inyecciones llevando la cuenta en un indicar situado en el centro de control. El viernes el citado computo se situó en 50.115 dosis.
“Hemos tenido días de alcanzar las 1.200 dosis, pero la media diaria podría situarse algo por encima de las mil vacunaciones”, explica el personal facultativo. El coordinador del centro, Carlos Díaz, señala que, si bien en Santullano se han alcanzado ya las 50.000 inoculaciones, la cobertura general en la comarca se sitúa en torno a las 65.000. “Hay que tener en cuenta que sobre todo en la primera fase del programa se realizaron unas 15.000 vacunaciones entre las personas de mayor riesgo, en especial en los geriátricos”.
Desde finales de marzo el proceso de vacunación ha avanzado mucho. De hecho, ya se ha cubierto aproximadamente dos tercios del objetivo, ya que en la comarca se prevé que haya que poner unas 95.000 dosis al término del protocolo.
En líneas generales, los vecinos están satisfechos. “Lo tienen muy bien organizado, todo va rápido y el personal es muy amable”, señala Ricardo Vázquez. La mierense Ana Suárez comparte esa opinión: “Desde el personal de Protección Civil hasta la enfermera que me ha puesto la vacuna, todo el mundo tiene muy claro lo que tiene que hacer y el ambiente genera confianza”.
La vacunación masiva acaba en la comarca ya no se detendrá hasta que un total de 58.000 vecinos de Mieres, Aller y Lena mayores de 16 años estén inoculados. La previsión es que el reto se alcance a lo largo de verano.
El despliegue sanitario en el recinto ferial de Santullano ha transformado por completo esta instalación para convertirla en casi un pequeño hospital de campaña. El personal facultativo se ha visto reforzado por profesionales jubilados que se han incorporado a la actividad para echar una mano. Es el caso, por ejemplo, de Tino Velasco, que descolgó la bata hace ya más de tres meses, dedicando desde entonces cada mañana a preparar las inyecciones que luego suministran sus compañeros.
