En el mundo del fútbol, a los campeones de Liga, Copa o cualquier otra competición, se les recibe en el partido siguiente con un pasillo formado por los jugadores del equipo rival. Y así fue como la allerana Lucía García, futbolista del Athletic de Bilbao y de la selección española, entró ayer en el campo Eliseo Gutiérrez –antiguo mundial 82– de Mieres, para recibir el premio como “Embajadora de la Mierensía 2020”, que le otorgó la asociación “Mierenses en el Mundo”. Se le intuía una tímida sonrisa bajo la mascarilla de su club, mientras atravesaba el túnel humano que los niños y niñas que participan estos días en el campus de fútbol del Caudal Deportivo le hacían antes de ser agasajada con diferentes detalles.
A sus 22 años, la futbolista allerana se ha convertido en un icono del fútbol asturiano. Su verticalidad, rapidez y olfato de gol la definen en el campo. Pero su cercanía y agradable trato la encumbran fuera del mismo. Y lo demostró ayer. No dudó en hacerse ni una sola foto con todo el que se lo solicitaba.
La presidenta de “Mierenses en el Mundo”, Loli Olavarrieta, el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, o el presidente del Caudal Deportivo, Luis María García, fueron algunos de los asistentes al acto para homenajear a esta futbolista, a la que le unen lazos de sangre con el concejo de Mieres, y que ahora tendrá la misión de llevar por España y por el resto del mundo como embajadora.
La delantera señalaba que “es un placer recibir este premio, estoy muy contenta, y es un orgullo porque recibirlo junto a muchos niños que empiezan en el fútbol y para los que a veces eres una referencia es un lujo”. La elección de Lucía García como “Embajadora de la Mierensía” no ha sido al azar, y es que confesó que “tengo lazos familiares con el concejo”. Visiblemente nerviosa, “indicó que aunque generalmente estoy lejos, intentaré llevar con orgullo este título y el nombre de Mieres”. Y precisamente los chavales decían de la delantera allerana, que apenas tendrá vacaciones este año por lo apretado del calendario de la liga Iberdrola, que es un ejemplo a seguir para poder llegar a la cúspide del fútbol. “Que los niños se fijen en ti es un placer y una responsabilidad, y me hace estar muy contenta”, afirmaba.
De Mieres no solo se llevó el título de embajadora. Una niña , Victoria Álvarez, le entregó una camiseta del Caudal, el presidente del club un libro del centenario de la entidad, y los miembros de las peñas del Athletic de Bilbao de las comarcas del Caudal y el Nalón algunos detalles como una bufanda y unos pins. Y es que ayer, García hizo de doble embajadora: del Athletic a Mieres, y de Mieres al mundo .
