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Recta final para arreglar los defectos en Felechosa, parte del caso “Hulla”

El Montepío destina un millón a la residencia: una auditoría encargada tras la investigación determinó que no se había cumplido con el proyecto

Las obras en la fachada de la residencia, que concluirán en breve. | A. V.

En la recta final. Así se encuentran los trabajos para reparar la fachada de la residencia geriátrica que el Montepío tiene en Felechosa. Con una inversión del entorno del millón de euros, estas labores vienen a paliar los defectos de obra detectados respecto al proyecto original, y que se descubrieron a raíz de explotar el caso “Hulla”, en el que dos de los principales implicados son el expresidente del Montepío, José Antonio Postigo, y el exlíder del SOMA, José Ángel Fernández Villa, gran amigo y quién colocó a Postigo al frente de la mutualidad.

Los trabajos sufrieron algún retraso derivado de las restricciones sanitarias que hubo que seguir por la pandemia, pero ya encaran su recta final. Según explicó el presidente de la entidad, Juan José González Pulgar, “las obras deberían estar terminadas antes de final de verano”. Actualmente se están rematando los trabajos de la fachada posterior de la residencia y algunos detalles en los laterales, toda vez que la entrada principal ya está lista. De esta forma, el enclave, que a día de hoy alberga casi a 200 residentes, cifra de aforo que crece notablemente si se tienen en cuenta a los trabajadores del complejo, presentará una nueva cara, o más bien la que debería de haber tenido si se hubiera seguido el proyecto original.

Estas obras han tenido un presupuesto del entorno del millón de euros. Los defectos en la residencia se comenzaron a sospechar con el estallido del caso “Villa”, oficialmente conocido como caso “Hulla”, en el que se ha investigado el origen de la fortuna oculta del exlíder minero, que regularizó durante la amnistía fiscal del PP. Una figura a la que también se acogió el expresidente de la mutualidad, José Antonio Postigo. Las pesquisas sobre un posible origen de ese dinero puso en el foco a la residencia allerana. El Montepío encargó una auditoría económica y otra técnica, y en ellas se detectaron varios fallos en la ejecución de los trabajos, lo que provocó una reclamación inmediata de la entidad que hoy preside Pulgar.

Proceso judicial

Por un lado, el Montepío llegaba a dos acuerdos extrajudiciales con el arquitecto y el aparejador de la obras (y sus correspondientes seguros), pactando una indemnización de 700.000 euros. Pero por otra parte, la reclamación contra el constructor tuvo que resolverse por vía judicial. Tras varias sentencias favorables a la mutualidad, el caso sigue en los tribunales por un último recurso del constructor. En todo caso, los cálculos del Montepío pasan por cobrar otros 600.000 euros por la mala praxis, además de los intereses de demora.

Una vez terminen las obras, a finales de verano, el Montepío tiene previsto aprovechar para abrir de nuevo la cafetería de la residencia, que por las normas sanitarias, sigue cerrada desde que apareciese el covid. Según ha podido saber este diario, contando con el espacio que el desmontaje de los andamios va a liberar, se podrá ampliar la zona al aire libre de la cafetería, permitiendo así que los trabajadores, que llevan ya muchos meses regulados, puedan volver a sus puestos. En todo caso, esto es una previsión, ya que deberá de ser las autoridades sanitarias las que tomen la última decisión.

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