Tras casi un año de cierre, un concurso de acreedores, unas pérdidas de más de un millón de euros y una complicadísima situación, todo ello derivado de la pandemia, el Balneario de Ledesma, propiedad del Montepío de la Minería Asturiana, recupera hoy mismo su actividad. “Estamos con mucha ilusión para recuperar el terreno perdido tras la crisis y volver a ser el motor turístico y de actividad que históricamente ha sido”, apuntaron desde la mutualidad minera.
Desde el enclave termal explican que apuestan por la apertura de sus instalaciones “pese a no contar por aún con el programa nacional de termalismo social, que garantizaba un importante número de usuarios y que se espera el Imserso-Gobierno de España reactive a partir del mes de octubre”. Lo hacen “ante una buena expectativa entre sus clientes tradicionales”. Además, a falta del programa para el turismo de los mayores, el Montepío ha puesto en marcha otras iniciativas para tratar de captar clientes, como un programa termal propio, al tiempo que también se ha puesto un plan de termalismo municipal, con el propio Ayuntamiento de Vega de Tirados, para una iniciativa de salud termal con sus vecinos.
El balneario salmantino ha sido tradicionalmente el buque insignia del Montepío, y se ha colocado como la empresa de la mutualidad que más beneficios ha venido aportando los últimos años a las arcas de la entidad. Sin embargo, la pandemia mundial le asestó un golpe en su línea de flotación, y fue, sin duda, el equipamiento de la mutua que más sufrió los efectos del covid a nivel econonómico. Durante el ejercicio de 2020, acumuló más de un millón de euros de pérdidas, lo que llevó al Montepío a presentar un preconcurso de acreedores. La falta de liquidez a punto estuvo de llevarse por delante una histórica actividad. Sin embargo, los planes de contención del gasto han permitido sacar la cabeza a esta empresa, que espera recuperar la senda de ganancias por la que venía discurriendo, para poder recuperar también los niveles de empleo precovid.
