El Principado espera que la construcción del Palacio de Justicia de Langreo concluya en mayo de 2023. Esa es la previsión de la consejera de Presidencia, Rita Camblor, que ayer presentó en Langreo el proyecto del edificio, que se levantará en un solar cedido por el Ayuntamiento entre las calles La Nalona y Alonso Nart de Sama y cuyo coste es de 6.482.372 euros. La licitación de la obra es “inminente”, afirmó, antes de destacar que confía en que la mesa de contratación se pueda reunir “en un mes para decidir a qué empresa se va a adjudicar”. El plazo de ejecución de los trabajos, que empezarán “en el último trimestre del año”, es de veinte meses.

El edificio concentrará las sedes judiciales –tres juzgados de primera instancia e instrucción y el de lo penal junto con la sede territorial de la Fiscalía– que están repartidas actualmente en tres emplazamientos en el distrito de Sama, duplicando la superficie actual. El edificio ocupará 3.362 metros cuadrados, con 2.254 útiles en cuatro plantas, aseguró Camblor, que visitó el solar junto a la alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, y el director de Administración Local, Manuel Calvo. Aunque desde la Consejería de Presidencia se defiende que Langreo no precisa incrementar sus juzgados más allá de los cuatro existentes, el diseño de la edificación ha tenido en cuenta que en algún momento fuese necesaria una ampliación o un cambio de funcionalidades. “Es un espacio modular que permitirá múltiples distribuciones, ampliaciones y reformas”, remarcó Rita Camblor.

El solar en el que se construirá el edificio que concentrará las tres sedes judiciales de Langreo. | E. P.

La planta tercera se destina, en su mayor parte, a almacén, y teniendo en cuenta que “el archivo en papel tenderá a disminuir, se podrá adaptar para otros usos”, explicó el jefe de Servicio de Obras y Equipamientos de Justicia de la Consejería de Presidencia, Enrique Escudero. Este año se invertirán 454.000 euros en el inicio de las obras, con 2,5 millones el próximo año y 3,5 millones en 2023. A los cerca de 6,5 millones que costará la obra se tendrá que añadir la inversión necesaria en el equipamiento, para el que, señaló la consejera de Presidencia, “no se han realizado cálculos”.

La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, agradeció el “impulso a este proyecto” tras “más de una década de espera”. “Será un revulsivo para que una zona un poco degradada del centro de Sama mejore”, manifestó la regidora, que destacó además que acabará con la dispersión de las sedes judiciales. “Espero que la siguiente visita sea para poner la primera piedra”, añadió.

La planta baja albergará los servicios de Registro Civil, tres salas de vistas para los cuatro juzgados, celdas para los detenidos y una sala específica para la atención a víctimas de violencia de género. En la primera planta se ubicarán las oficinas de dos juzgados y de la fiscalía y despachos. En el segundo piso se instalarán la zona de oficinas de otros dos juzgados, la clínica forense, un espacio para los procuradores, despachos y una sala multiusos. Las tres plantas superiores de la sede judicial están reservadas para el uso de los profesionales judiciales.

En cuanto al uso de los locales judiciales actuales que son propiedad del Principado, emplazados en la calle Dorado, comentó Camblor, “la consejería de Hacienda decidirá su uso”.

La inversión en eficiencia energética será amortizada en diez años

El edificio del Palacio de Justicia tendrá “un consumo energético casi nulo”. El coste que han supuesto los materiales y medidas para mejorar la eficiencia energética “se conseguirán amortizar en diez años”, indicó Enrique Escudero, jefe de servicio de Obras y Equipamientos de Justicia de la Consejería de Presidencia. La inversión para mejorar aislamientos y materiales en una vivienda unifamiliar “podría llegar al 10%” del coste total aunque en este caso es difícil hacer un cálculo, añadió. El ahorro energético de la sede judicial será “muy importante”, dijo Escudero. La construcción dispondrá de un pozo de luz en un patio central, que suministrará iluminación natural a los puestos de trabajo. Este patio quedará cubierto por un lucernario acristalado que en invierno minimizará las demandas de calefacción. Para el verano, contará con unos estores móviles para garantizar el confort térmico en el interior