La iglesia de San Pedro Apóstol, ubicada en el barrio del mismo nombre en la villa de Mieres se quedó pequeña para acoger el funeral por José Antonio Calzón, “Chefu”, el camionero de 46 años que perdió la vida en la madrugada del sábado tras un accidente de tráfico en la localidad de Candasnos (Huesca). Numerosos vecinos, así como familiares y amigos se congregaron a las puertas del templo para dar un último adiós a Chefu y consolar a sus padres, Enisida Argüelles y José Antonio Calzón; así como a su hermano Fernando Calzón. “Era muy buen chaval, ha sido una lástima”, se escuchaba ayer entre los presentes, quienes aseguraban que “tuvo muy mala suerte, se fue muy joven”. José Antonio Calzón era un conductor profesional de larga experiencia. Había trabajado con autocares y también con trailers con bañera, que son vehículos que requieren una especial pericia a la hora de maniobrar con ellos.
El fallecido, que llevaba sólo tres meses como autónomo, estaba realizando un servicio para la empresa de transportes Pico, asentada en el polígono de Asipo (Llanera), cuando se produjo el mortal siniestro. En el suceso se vieron implicados vehículos articulados y un turismo. Las otras seis personas envueltas en el accidente resultaron ilesas, según habían informado fuentes de la Guardia Civil, que no facilitaron los posibles motivos de la tragedia.
El accidente tuvo lugar a las 2.15 horas a la altura del kilómetro 409 de la N-II, y la carretera tuvo que ser cortada en ambos sentidos, siendo necesario abrir un paso alternativo por la travesía de Candasnos. Casi diez horas después, este tramo de la vía pudo ser reabierto. Los Bomberos de la Diputación de Huesca (DPH) tuvieron que realizar tareas de excarcelación en los vehículos implicados en la colisión múltiple.
